Plaza de la Trinidad

La Conjetura de Goldbach es difícil de demostrar pero hay quien dice haberlo conseguido

Conscientes las autoridades de que el callejero granadino rebosaba de cosas tangibles y evidentes (aljibes, marqueses y hasta boquerones) decidieron que una plaza principal llevara el nombre de un Misterio. El sector ilustrado propuso un enigma matemático y la plaza casi se llama Plaza de la Conjetura de Goldbach. Pero Granada era entonces más de cofradías que de números y se eligió un misterio teológico: el de cómo Nuestro Salvador pudo convertirse en alcalde siendo la tercera persona (en votos). Tal es la formulación simple del Misterio de la Trinidad Municipal (MTM). Así que la plaza se llamó "de la Trinidad Municipal" o, abreviadamente, de la Trinidad.

En su versión completa, MTM incluye varios sub-misterios:

¿Por qué esta Trinidad no la preside la primera persona, como es habitual, sino la tercera, con el apoyo de la segunda y la quinta?

¿Por qué la quinta persona fue más feliz votando por la tercera que por la segunda, si está sentada justo a la derecha de esta?

¿Cómo la tercera persona puede entenderse con la quinta sin negociar jamás, jamás, con ella?

Y el principal: ¿quién cuidará de la puntualidad de los buses, la pureza del aire y el pago de la deuda si Nuestro Salvador dedica todas sus energías a salvar su improbable condición de alcalde duradero?

El último prodigio de la Trinidad Municipal es este: la tercera persona ha ofrecido a la quinta la presidencia de la comisión de control de TG7. Aquí hay un milagro y un enigma. El milagro es que Nuestro Salvador haya podido hacer ofrecimiento alguno a quien jamás, jamás, habla con él. El enigma es cómo un partido dizque liberal (y que hasta se dijo socialdemócrata) encarga garantizar el pluralismo y proteger la tele pública a quien no cree ni en una cosa ni en la otra.

La Conjetura de Goldbach afirma que todo número par mayor que 2 resulta de la suma de dos números primos. MTM es, matemáticamente, la conjetura de que el tercero más votado puede llegar a alcalde si le votan su partido y un par de primos. La Conjetura de Goldbach es difícil de demostrar pero hay quien dice haberlo conseguido. Sobre el Misterio de la Trinidad (el clásico) el catecismo de Astete exhortaba a no intentar explicarlo: "Doctores tiene la Iglesia…". Era una forma sibilina de decir lo mismo que podemos decir de MTM: que no lo entiende ni Dios.

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