Pobreza crónica y enquistada

La política económica de estos años ha dejado un resultado de desigualdad absolutamente inaceptable

Este jueves pasado, en la presentación del informe anual de Cáritas, supimos que los indicadores relativos a la pobreza y la desigualdad reflejan que la situación se ha enquistado y que se ha pasado a una situación de pobreza crónica.

En el terreno de la pobreza infantil la situación es, si cabe, más preocupante; ello da más valor y trascendencia a la decisión del nuevo presidente Pedro Sánchez por la que se crea la figura del Alto Comisionado del Gobierno contra la Pobreza Infantil.

La crisis económica de los últimos años ha tenido consecuencias muy negativas en amplios sectores de la sociedad y sobre todo en los sectores más desfavorecidos. La política económica desarrollada en estos años, con recortes importantes en las políticas sociales, ha dejado un resultado de desigualdad que es absolutamente inaceptable.

Por eso hay una latente indignación en buena parte de la sociedad con la incapacidad demostrada por dicha política económica para conseguir, aunque fuera de manera paulatina, poner en pie medidas concretas para corregir esas desigualdades e insuficiencias; cuya consecuencia es que hay muchas familias que pasan muchos apuros para salir adelante.

El camino a seguir es, inevitablemente, el de la lucha frente a las desigualdades porque es algo que entronca con las aspiraciones de la inmensa mayoría de la sociedad, y porque no es aceptable que un país rico como es España desarrolle políticas públicas que dejen en la cuneta a tanta gente.

El nuevo Gobierno tiene sin duda una tarea compleja en la hoja de ruta que se ha marcado en la que la igualdad es el gran objetivo. Será bueno que, paso a paso, se vaya percibiendo que hay márgenes reales para una política social diferente porque si se va corrigiendo la desigualdad y se adoptan medidas frente a la pobreza, además de mejorar la vida de la gente, se recuperará el crédito de la política que tanto se ha visto afectado en estos últimos años.

En esta tarea, la labor de todas las ONGs que como Cáritas están colaborando en amortiguar los efectos de la pobreza, es una labor imprescindible y digna de elogio, por la que merecen nuestra gratitud porque hay que trabajar duramente contra la pobreza para ganar una batalla realmente noble para nuestra sociedad.

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