Presidente absoluto

Es mucho mejor ser elegido presidente con mayoría absoluta que hacer encajes de bolillos con Frankenstein

Juanma Moreno Bonilla ha sido investido presidente de la Junta de Andalucía con una mayoría muy absoluta. En las votaciones del Parlamento, contó con los 58 votos del PP, la abstención de Vox y los 37 votos en contra del PSOE, Por Andalucía y Adelante. Significa que lo consiguió con 21 escaños de ventaja. La abstención de Vox era lógica, y no a cambio de la vicepresidencia tercera de la mesa, sino porque no se iban a sumar a la izquierda, ni les interesaba después del resultado en las urnas. También es lógico que los socialistas, los comunistas y los anticapitalistas votaran en contra, pues para eso los han puesto en la oposición.

Ciertamente, es mucho mejor ser elegido presidente con mayoría absoluta que hacer encajes de bolillos con Frankenstein. ¿O no le gustaría a Pedro Sánchez tener una mayoría absoluta para ahorrarse pactos y componendas con insensatos y desagradecidos? Pero las mayorías absolutas no son sencillas de digerir. Es igual que si te das un atracón (en este caso de votos) y te sienta fatal. Después de una mayoría absoluta puede venir un batacazo. Como le pasó a Zoido en la Alcaldía de Sevilla. Y no sólo a él. También a Zapatero, que se lo dejó imposible en 2011 a Alfredo Pérez Rubalcaba, tras el éxito alcanzado en 2008.

A mayor apoyo, mayor responsabilidad. Parece una perogrullada, y no lo es, porque funciona así. Juanma Moreno se encuentra un horizonte difícil, en plena crisis, con un Gobierno central del PSOE y Unidas Podemos que le será hostil (aunque ese inconveniente podría disiparse el año próximo), y con expectativas altas. Del Gobierno andaluz se esperan unas políticas alejadas del populismo y centradas en la realidad.

Es fundamental que el nuevo Gobierno andaluz sea fuerte y eficiente. En la legislatura anterior, le ayudaron los consejeros de Ciudadanos, cuyo trabajo ha rentabilizado el PP a su favor. Los rumores indican que en los últimos días han sido muchos los contactados y no han aceptado todos los elegidos. Puede funcionar la cantera, como pasa en los clubes de fútbol, siempre que no sean pipiolitos y pipiolitas. Sin embargo, conviene más apostar por la experiencia. Sin cracks suele ser más difícil ganar los partidos. El Gobierno andaluz será muy diferente del anterior. Necesitará rodaje.

Andalucía ya no es lo que era: un cero a la izquierda. Ahora se mira a Andalucía desde otras nacionalidades y regiones. Juanma se la juega. Las mayorías absolutas se aprovechan o se vuelven en contra.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios