SI no fuera por el respeto que me merecen las reglas del juego democrático no entraría ni a comentar la actitud demagógica que el PP está teniendo con el asunto del Centro Guerrero, pero es verdaderamente indignante, una desfachatez, me decía un amigo, que pretendan convertirse en ejemplo de buenos gestores culturales, eso sí "a futuro".

Nunca hasta ahora hemos visto que unos dirigentes políticos pretendan parar el acontecer de las cosas, de la vida (en este caso el plazo de los acuerdos de la familia Guerrero con la Diputación) fiándolos a una hipotética victoria electoral en unas elecciones que se han de celebrar dentro de casi nueve meses. No sé si es una broma o un disparate más de quienes apuntan a todo con tal de intentar sacar algunas ganancias electorales. Más le valdría al PP ser leal con las instituciones y con el dinero público y ayudar en una negociación enconada desde hace mucho tiempo para salvar lo que es verdaderamente importante en este momento, que el legado Guerrero siga en Granada y que el centro cultural que lleva su nombre siga siendo un ejemplo de servicio publico cultural y un disfrute para granadinos y visitantes.

En lugar de eso echan gasolina al fuego y sobre todo nos toman el pelo a todos, un día ofreciendo tres salas del Manuel de Falla que ni cumplen los requisitos ni hacen falta porque lo que nunca ha estado en cuestión es el uso del precioso edificio de la calle Oficios para albergar la colección, y ahora, en el colmo del disparate, le dicen a la familia espérense que cuando ganemos las elecciones nosotros lo arreglaremos. Les ha faltado decir con permiso de los granadinos y granadinas que votaremos en las elecciones municipales.

Lo que hace falta es seriedad y compromiso y no demagogia barata. La gestión cultural del PP en el Ayuntamiento de Granada deja mucho que desear, está por ver que hacen con el archivo histórico cuyo proyecto está aplazado sine die y más allá de sus bocanadas que les pregunten a los jóvenes de la zona norte por la escuela de flamenco cuya formación muy cara es inaccesible para muchos de ellos. Será para poder financiar, eso sí el súper sueldo de su director.

Todos y cada uno de los proyectos culturales de la ciudad tienen detrás a otras instituciones, especialmente a la Junta de Andalucía. El Centro Lorca, el Parque de las Ciencias, el Auditorio Manuel de Falla, la Alhambra, la Orquesta Ciudad de Granada, el Festival de Cines del Sur, la Fundación Ayala, el Festival de Jazz y ahora el Milenio existen porque la Junta y la Diputación los apoyan no sólo con la gestión también económicamente a todos ellos y así tiene que ser, es su competencia y su obligación como lo es del Ayuntamiento de Granada que se limita a inventar agravios comparativos y a no poner dinero. Qué bueno sería para Granada que el PP fuera más leal y tuviera más sentido de ciudad, de Estado.