Editorial

Rajoy se la juega con Bárcenas

EL cerco de la Justicia tiene cada vez más acorralado al senador y tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, un hombre puesto en esa responsabilidad por el presidente Mariano Rajoy. La Fiscalía ya ha solicitado que la competencia del caso Gürtel pase al Tribunal Supremo, precisamente por la condición de aforado por las Cortes Generales de Bárcenas. Eso se produciría si el senador fuese imputado. De consumarse ese hecho un colaborador próximo a Rajoy y defendido por éste desde que el caso tomó vuelo en la campaña electoral de las elecciones gallegas y vascas se vería implicado de manera directa. Y no cualquier colaborador, sino uno que tiene a su cargo las finanzas de todo el partido. Es ésa una variable importante, porque la investigación tendrá que aclarar si ésta, como supone la Fiscalía, es una trama de corrupción para el enriquecimiento de unos pocos políticos y empresarios sin escrúpulos o si la corrupción tenía por objeto financiar de manera irregular al Partido Popular, a la par que sus ejecutores aumentaban su propio patrimonio de manera ilegal. Está por ver qué posición toma Rajoy y la dirección del partido si se confirma la imputación de Bárcenas. Sobre todo teniendo en cuenta que respecto a Francisco Camps, el presidente de la Generalitat valenciana, primero enfatizó que él no estaba imputado y cuando así fue se restó importancia a esta figura del proceso penal. Es posible que Rajoy tenga la tentación de hacer lo mismo si Bárcenas es imputado. Pero cometerá un error aún más grave, pues los indicios -los tribunales dirán si las pruebas- contra Bárcenas son más evidentes y no se limitan al supuesto pago de unos trajes: el juez Garzón estimó que recibió 1,3 millones de euros de la trama empresarial encabezada por Francisco Correa. También el Tribunal Superior de Justicia de Madrid está a punto de concluir que hay indicios de comisión de cohecho y fraude fiscal por parte de Bárcenas tras el último informe de la Agencia Tributaria. Rajoy debe decidir si cambia de estrategia y fuerza la dimisión del senador y tesorero del PP. Lo lógico sería soltar lastre para desvincularse. La decisión, empero, afectaría a Camps igualmente, ¿porque cómo se mantendría entonces en sus cargos estando también imputado?

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