HOY, más que centrarme en los últimos sondeos preelectorales de ayer domingo, bastante parecidos a los de semanas anteriores, querría reflexionar sobre algo que está en el subconsciente electoral de muchos votantes y que va a tener mayor repercusión en el resultado electoral de lo que piensa el PP… y es el egoísmo personalista de Rajoy de querer continuar como su líder…

Y es que en política no sólo cuentan los programas, sino las personas, por más que en el PP estén intentando obviar esta circunstancia…

No es que yo tenga nada personal contra Rajoy, aunque me parezca un sujeto gris y acostumbrado a no dar la cara, pero ni tan siquiera me cae mal, ni bien, ni nada… El problema es que, tras un bloqueo político de 6 meses, el fantasma de Rajoy sigue siendo tan alargado… que continúa como candidato a la Moncloa de un partido al que las encuestas siguen dando como vencedor, pero sin mayoría absoluta para gobernar, ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos. Es decir, que, ante la previsión de una situación política tras el 26-J tan semejante a la actual, el personalismo de Rajoy tendría que haber cedido en pro del bien común, no ya sólo de su partido, sino de sus votantes, que en un 57% -según Metroscopia- prefieren un gobierno popular sin Rajoy que el de Unidos Podemos más PSOE, y un 74% de los españoles opinan que los populares deberían ceder si la marcha de Rajoy fuera la condición para que les apoyara un futuro aliado.

Lo prioritario para el PP debería ser mantenerse en el Gobierno. Ya Ciudadanos lanzó el mensaje de que Rajoy era un obstáculo para cualquier proyecto de regeneración, y en el seno del propio PP, si bien discretamente, se planteó el debate, a pesar de que oficialmente se defendiera la legitimidad de Rajoy para continuar al frente del PP y se criticara duramente la posibilidad de un cambio de líder.

La inteligencia de Unidos Podemos está siendo el presentar el próximo 26-J como un plebiscito sobre Rajoy, por ello el eslogan político de "todos contra Rajoy" cala entre muchos votantes, ya que identifica al personaje con una categoría moral. Para ellos Rajoy es igual a corrupción. Lo que une hoy a muchos ciudadanos ideológicamente dispares es precisamente Rajoy y el afán de echarlo del Gobierno, y eso es lo que aprovechan Iglesias y sus variopintas confluencias…, siendo irrelevante que su programa electoral sea disparatado, que nos pueda llevar a un escenario como el griego, o a la bancarrota. Da igual, lo importante para millones de ciudadanos es que Rajoy se vaya…

El PP debería de haber tenido la inteligencia y la valentía de presentar a un nuevo candidato para romper el círculo vicioso en el que está inmersa nuestra política y para dar cierto aire fresco a un partido rígido, burocratizado, sin primarias para elegir a sus líderes… Y es que ni el crecimiento económico, ni la bajada del desempleo van a influir en el voto del 26-J. Sin Rajoy el PP tendría mayores expectativas de voto, ya que su líder es el mejor cartel propagandístico electoral de Unidos Podemos…