Recuperar la confianza

Abogo por más influencia de la sociedad en los asuntos públicos para reforzar el acierto en los desafíos actuales

En los últimos 10 años han pasado muchas cosas graves que han afectado a cuestiones fundamentales para la convivencia y la estabilidad de la sociedad. El terrorismo yihadista, la crisis económica, la corrupción o la actual crisis territorial con el desafío secesionista de Cataluña, son algunos de los asuntos que pueden citarse como elementos que han contribuido a generar una enorme preocupación social que se traduce en malestar y pérdida de confianza en el futuro. Ante estas cuestiones y dada la insatisfactoria respuesta institucional que se ofrece desde la acción política, la pérdida de confianza se convierte en un elemento preocupante.

La naturaleza y la complejidad de los problemas que aquejan a la sociedad actual, muchos de ellos comunes en los países desarrollados de nuestro entorno, hace que el abordaje de los mismos y las soluciones necesarias requieran muchas dosis de conocimiento profundo y una fortaleza institucional de la que desgraciadamente carecemos.

La mirada que ofrecen los líderes institucionales ante este tipo de desafíos no parece estar a la altura de las circunstancias y es demasiado común encontrar enormes carencias tanto en los análisis de los problemas como en la articulación de soluciones. Y sin embargo, aunque suene pesimista, cabe pensar que se puede salir de este "atolladero" si la sociedad reacciona impulsando, exigiendo y apoyando propuestas que canalicen la llegada de las mejores visiones de los problemas a la cima de los lugares donde se toman las decisiones.

Los liderazgos políticos, sociales y económicos tanto a nivel nacional como internacional son los que son y, mientras no sean diferentes, habrá que contar con esa realidad. Pero lo que si es posible cambiar es el abordaje social de los asuntos para hacer posible que en aquellos temas donde sea necesario contemplar la complejidad técnica y sociológica de los mismos, los decisores tengan en cuenta los elementos de esa complejidad y tengan que dar cuentas de cómo se incorporan dichos elementos para beneficio de toda la sociedad.

Abogo por más y mejor influencia de la sociedad en los asuntos públicos con la finalidad de reforzar el acierto en las respuestas a los desafíos actuales, reforzar la democracia y contribuir a recuperar la confianza en la acción y el papel de las instituciones públicas. Confianza que es imprescindible para ofrecer seguridad a la sociedad.

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