Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Referéndum y Granadexit

Somos una tierra maltratada, postergada y perjudicada por una autonomía en la que no nos corresponde estar

Cree usted conveniente que Granada eleve al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión de la provincia en Comunidad Autónoma, de acuerdo con el artículo 144 a) de la Constitución Española? Esta podría ser la pregunta que se hiciera a los granadinos para promover nuestra constitución como CCAA uniprovincial, fuera de Andalucía.

¿Cree usted conveniente que los territorios históricos de la Región de Granada eleven al Gobierno de la Nación y a las Cortes Generales una petición para instar la conversión de la Región en Comunidad Autónoma, de acuerdo con el artículo 143 de la Constitución Española? Y esta podría ser la pregunta que se hiciera a granadinos, almerienses, malagueños y jiennenses para promover nuestra constitución como CCAA pluriprovincial, evidentemente también fuera de Andalucía.

Ambas opciones son viables jurídicamente, la CE lo permite, toda vez que, como he referido en muchas ocasiones, el modelo territorial que diseñó nuestra Constitución es abierto, por más que se opongan los inmovilistas que viven a costa de las actuales superestructuras territoriales, creadas arbitrariamente, a capricho de intereses políticos partidistas y sin respetar los derechos históricos de algunos territorios de España, caso de Granada.

Menos mal que nuestra Constitución prevé que puedan redefinirse tales autonomías y adaptarse, aún 40 años después, a la auténtica realidad territorial de España, por lo que el referéndum para el Granadexit -uni o pluriprovincial-, es irrenunciable para nuestra tierra. Debemos seguir luchando por nuestro derecho constitucional al autogobierno, para conseguir erigirnos en CCAA propia. Somos una tierra maltratada, postergada y perjudicada durante 40 años por una autonomía en la que no nos corresponde estar. Llevamos sufriendo todas esas décadas las consecuencias de una decisión caprichosa y discrecional de los mandatarios de turno, que nos impusieron Andalucía pese al referéndum fallido del 28-F, sin dejarnos espacio para nuestra identidad territorial, histórica y cultural.

Si León quiere irse de una CCAA a la que sólo pertenecen por imposición, y hasta La Línea quiere convertirse en ciudad autónoma, ¿por qué Granada no cuando la Constitución Española lo permite? No sólo no existe impedimento ni prohibición constitucional alguna para ello, sino que la propia Carta Magna establece varios procesos para acceder a una nueva autonomía, con un Estatuto de Autonomía propio.

El que nos dirigimos hacia un mapa autonómico distinto es ya imparable. También aquí queremos un referéndum, pero será para el Granadexit.

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