Llega la Navidad y es tiempo también para reflexionar a nivel local. Las competiciones están en su ecuador y por delante habrá unas mínimas vacaciones. En el caso del CB Granada no va a haber descanso, pero ni falta que hace porque el equipo va a celebrar la Nochebuena metido de lleno en uno de los puestos que dan derecho a jugar la Copa del Rey. Muy sufrida fue la victoria ante el Cajasol, con prórroga incluida, para darle más emoción. No es descabellado pensar que se puede disfrutar de esa competición. El calendario hasta el final de la primera vuelta da pie al optimismo.

En el caso del Granada CF ocurre algo parecido. Estuvo muy cerca de llegar al parón navideño con una derrota, pero la casta que puso el equipo sobre un terreno de juego en el que sólo se podía practicar el waterpolo, se vio recompensada con un punto que sabe casi a triunfo después de la batalla sobre la piscina en la que se convirtió el Alfonso Murube. El 30 de diciembre los jugadores deberán incoporarse a los entrenamientos para preparar el partido ante el Linares, con el que se cerrará la primera vuelta. Lo positivo es que pese a no haber pasado del empate en las tres últimas jornadas, el equipo sigue instalado entre los cuatro primeros. Lo sucedido en Ceuta debe servir para el futuro. Nunca hay que rendirse por muy complicado que se ponga un partido. Juegue bien o lo haga mal, el Granada CF de esta temporada nada tiene que ver con el de la pasada. Los de ahora lo dan todo y poco se les puede reprochar.

Con peor ánimo se va a ir de descanso el Granada 74. El equipo de Tapia recibió una inesperada goleada en Balaídos y los puestos de ascenso se vuelven a alejar. De todos modos el balance general es alentador. La mitad de los puntos para asegurar la permanencia ya están en la maleta.

Al Baza también le toca reflexionar por Navidad. Urbano le va a pedir al nuevo año ganar en casa. Es increíble que sólo haya sido capaz de salir victorioso de un partido en el Constantino Navarro en toda la primera vuelta.