Reforma laboral

Es difícilmente entendible que partidos de izquierda hayan votado no. Me parece triste constatarlo

El tema del día es el de la votación en el Congreso de los Diputados de la reforma laboral y el accidentado proceso hasta su aprobación. Yo soy una persona de izquierdas que cree profundamente en el diálogo social para avanzar en los aspectos relativos a la protección de los trabajadores en la configuración de la legislación laboral y social en nuestro país.

La reforma laboral que el jueves pasado se votó en el Congreso de lo Diputados era consecuencia de un gran a acuerdo entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos en el marco del diálogo social y eso le aporta un enorme valor en clave de avance, sostenibilidad de la norma y garantía de progreso, basada en un amplio consenso que surge fruto de la generosidad de las partes involucradas.

Los contenidos del acuerdo para la reforma laboral suponen avances en los derechos de las personas trabajadoras respecto de la anterior reforma aprobada en 2012 de manera unilateral por el Gobierno de Rajoy, sin el acuerdo de los agentes sociales.

Por eso es difícilmente entendible que partidos de izquierdas hayan votado no y hayan preferido que, de haber salido rechazada en la votación del Congreso, quedara vigente el recorte de derechos aprobado en 2012 por Rajoy.

Pero también cabe señalar que la promesa de derogar la reforma de Rajoy no se ha cumplido. Y ese incumplimiento no se ha explicado suficientemente. Yo creo que se puede entender (si se explica) que es mejor una modificación acordada con los agentes sociales que una derogación impuesta.

Yo así lo creo porque la legislación laboral tiene que saber combinar la defensa de los derechos laborales con el mantenimiento de un marco que favorezca la inversión y la competitividad de las empresas. Y eso es mas factible en el marco de un gran acuerdo como el que se ha conseguido que con una imposición unilateral.

Podemos valorar otros aspectos del proceso como puede ser el resultado ajustado de la votación, que este de deba a un error en la votación de un diputado del PP, la discusión que a partir de este hecho se está generando o el engaño de dos diputados de UPN que han votado lo contrario de lo que decían que iban a hacer horas antes. Todo ello es lamentable.

Pero a mi me parece más triste constatar que los partidos de izquierda que votaron no, hayan asumido que esa postura podría haber llevado a dar un enorme paso atrás y se hayan quedado "tan panchos".

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