Hemos conocido la propuesta del Gobierno de proceder a una reforma integral y profunda del actual modelo de Formación Profesional (FP) destinando unos 5.000 millones de euros de los fondos europeos a esta finalidad. Me parece un acierto al tiempo que supone un reto importante del que conviene salir con éxito.

Nuestras altas tasas de desempleo y de precariedad laboral (en especial entre los más jóvenes) requieren una respuesta integral que debe incorporar el componente relativo a la formación. Preparar con las mejores competencias tecnológicas y profesionales a los trabajadores para que puedan ganar posibilidades en el acceso a empleos de calidad y a empleos necesarios en el mercado laboral, es un asunto clave.

Las nuevas tecnologías y los avances científicos ofrecen nuevas oportunidades al desarrollo de las empresas que van ocupando nuevos nichos en la economía que requieren, también, profesionales cualificados.

La estrategia del Gobierno contempla invertir unos 5.000 millones de euros en el periodo 2021-2023 en un plan nacional de capacidades digitales, un plan de impulso a la FP y un refuerzo de la digitalización del sistema productivo, que debe considerar la adaptación de los currículums formativos y de los procedimientos docentes para asegurar la mejor capacitación de nuestros profesionales.

Incluso, merece la pena trabajar para posicionar a la FP como una apuesta formativa del mismo nivel de importancia que las que se desarrollan en el ámbito universitario superando la visión general de que caminar por los itinerarios formativos de la FP, es como jugar el categorías inferiores.

La mejor forma de superar estos estereotipos es la de tomarse en serio y modernizar este modelo de enseñanza con los mejores esfuerzos y apoyos desde las instituciones educativas y desde los ámbitos sociales: empresa y sindicatos.

En el objetivo de conseguir la mejor capacitación de los profesionales y de reforzar y reformar de manera integral a nuestra FP deben implicarse todos los agentes. En la actual situación en la que atisbamos un cambio de paradigma en la economía mundial con una especie de nueva revolución industrial, tomarse en serio este objetivo de fortalecer y modernizar la FP puede coadyuvar a que el futuro de nuestro país sea más halagüeño. Pongamos nuestra inteligencia colectiva en este empeño.