Granada, cantan de ella que parece de nieve y por dentro es fuego. También dice el refranero que los polos opuestos se atraen. En este caso el de las blancas laderas de Sierra Nevada con el ardor de la polémica que tanto gusta por esta tierra. Cómo no, el nuevo incendio en la estación ha traído consigo la eterna polémica sobre la falta de una instalación equipada para este tipo de incidentes. Una historia que viene de lejos, se remonta al año 1996 cuando la estación contó por primera y única vez con un retén de bomberos con motivo de la celebración del Mundial de Esquí. A partir de ahí, sólo ha habido desacuerdos políticos, balones fuera y políticos tirándose los trastos con los de la sigla de enfrente cuando han ocurrido problemas como el del Lodge calcinado en 2014. Precisamente, en ese año dijo la Diputación (entonces del PP) que Sierra Nevada tendría retén al año siguiente. Sin noticias. En octubre 2015, con el PSOE al frente de la institución provincial se acordó en pleno que se construiría dicha instalación. Casi cuatro años más tarde seguimos en la casilla de salida y con los políticos rehenes de sus palabras sobre retenes.