El verano, como el agua pasada, ya no mueve molinos. El otoño ya manifiesta maneras de forma incipiente aunque el sol se niega a desaparecer. Las temperaturas, más templadas, siguen siendo agradables y cuando nada se interfiere el astro rey aún da calor. Este señor aprovecha bien los rayos y los recibe sin alterarse lo más mínimo. Más bien todo lo contrario. Para su cuerpo se queda.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios