Crónica Personal

Pilar / cernuda

Relevos

HA llegado la hora de la verdad, de proceder a los relevos. En el PSOE lo han aplazado hasta después de las europeas, y sólo entonces decidirá Rubalcaba su futuro y, al mismo tiempo, el futuro de su partido, no es lo mismo que se presente a primarias que deje el camino abierto a quienes están suspirando por hacerse con la secretaría general del partido. El PP por su parte tiene pendientes varias designaciones, que no elecciones, y las primeras serán el candidato andaluz a la presidencia del gobierno regional y después la cabeza de lista de las europeas. Y a continuación otra designación a las candidaturas de las principales ciudades, cuestión delicada porque para los gobiernos regionales existen menos dudas, aunque queda por saber qué idea tiene Rajoy respecto a Cataluña y Alicia Sánchez Camacho.

Y hay que insistir en lo de designación, que no elección, porque será Mariano Rajoy quien tome la decisión final, y la prueba más evidente la tienen los dirigentes andaluces, que pretendían conocer el nombre del nuevo presidente regional en verano y vieron cómo desde La Moncloa y la sede de Génova se les indicaba que hasta entrado el año 2014 tuvieran paciencia. Existía un sentir mayoritario a favor del alcalde de Tomares, José Luis Sanz, a pesar de que no estaban de acuerdo los malagueños y algunos dirigentes de Cádiz y Huelva que no se sienten muy conformes con el protagonismo sevillano. Y creían los defensores de Sanz que contaban con el apoyo de Cospedal, pero de nuevo una mano negra que detenido su candidatura. ¿La mano negra de Rajoy? Chi lo sa, pero cada es más evidente en el PP que es Rajoy quien tiene la última palabra, y si aún no está convencido de que Sanz es el mejor para enfrentarse a Susana Díaz, no tendrá complejo en tomarse más tiempo antes de tomar la decisión.

Viene al caso esta historia andaluza que debe empezar a clarificarse hoy porque en Valladolid hubo mucho rumores sobre Madrid y Esperanza Aguirre. A Cospedal no le convence como candidata, no le gustó que dimitiera al poco de ser elegida presidenta del Gobierno regional y tampoco le gusta que haga lo de siempre, decir lo que piensa. La sensación es que por si ella fuera, Aguirre no sería candidata a la Alcaldía madrileña. Pero quienes conocen bien a Rajoy aseguran que le es exactamente igual que a Cospedal le guste más o menos, lo que quiere es ganar elecciones, y Madrid es fundamental. Por eso, cuando llega la hora del relevo, es necesario insistir en que no son elegidos por los órganos competentes, sino designados por el presidente del partido.

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