Res Pública

José Antonio Montilla

montilla@ugr.es

Reprobación

Ha servido para percibir a los cuatro concejales de C's como marionetas al servicio de los intereses de Luis Salvador

Cuando todo el mundo miraba para Cataluña; un día histórico en el que se producía una declaración unilateral de independencia y la aplicación del mecanismo constitucional de coerción estatal del artículo 155 de la Constitución, en Granada se jugaba a la política con la reprobación del alcalde.

He criticado en otras ocasiones la actitud de los grupos municipales tras la salida poco honrosa de Torres Hurtado de la alcaldía y su sustitución por Cuenca. Era el momento de la altitud de miras, de remar todos en la misma dirección, en beneficio de la ciudad, como se hizo en el primer ayuntamiento democrático. Sin embargo, los grupos políticos de la oposición son más de Puigdemont que de Tarradellas, por volver al tema.

Si de verdad pensaran en el bien común estarían colaborando en la gestión municipal a partir de la excepcionalidad del momento que vive el Ayuntamiento en lugar de plantear reprobaciones. Porque la pregunta es ¿qué aporta la reprobación a la mejora de los servicios públicos municipales o al funcionamiento de la ciudad? Evidentemente, nada. Son jueguecitos con los que se entretienen los políticos locales mientras en Cataluña se declara la independencia.

Pero, como el objetivo era meramente político, detengámonos en los efectos políticos de la reprobación. La idea ha partido de Ciudadanos, aduciendo que se cumplía un año del inicio de una investigación judicial que afecta al alcalde. No se ha producido ninguna novedad procesal, ningún avance en la investigación que apunte a una presunta responsabilidad. Es una forma, como otra cualquiera, de celebrar un cumpleaños. No obstante, ha servido para visualizar con toda crudeza el enfrentamiento entre el líder provincial y autonómico de este partido, por si alguien no lo sabía, y para percibir a los 4 concejales del grupo como marionetas al servicio de los intereses políticos de Luis Salvador. El PP tampoco habrá salido muy contento del pleno. Nos ha hecho recordar que 6 de sus concejales están investigados en el caso Serrallo, por si a alguien se le había olvidado. Y, ojo, el caso Serrallo no es como el otro. Ahí cada día aparecen nuevos datos a cual más escandaloso, con cuentas en Suiza incluidas. Y, finalmente, Vamos Granada continúa con el espectáculo al que ya nos tiene acostumbrados: la mayoría de 2 concejales vota de forma distinta a la minoría de 1 concejal y, además, esa exigua mayoría actúa en contra de la Asamblea local.

En fin, un espectáculo poco edificante a los ojos de la ciudadanía. Me cuesta decidir qué grupo político ha resultado más desgastado con esta reprobación.

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