COMO si de aquel anuncio de Ikea se tratase, en donde cada uno hacía lo que le venía en gana tras las puertas de su casa, el pleno del recién constituido Parlamento catalán se enfrenta hoy a la votación de la moción independentista, así como a la más que improbable investidura de Artur Mas como Presidente de la Generalidad. Y ello después de que el Tribunal Constitucional se inclinase por no suspender este pleno independentista, como solicitaban PP y Ciudadanos.

Pero, a diferencia de cualquier casa reconvertida en república independiente, el Parlamento catalán es la casa de todos los catalanes y no sólo de los secesionistas, que están retorciendo la legalidad hasta convertirla en ilegalidad para manejar a su antojo una institución en la que reside la soberanía popular.

Día muy preocupante pues para la democracia española, ya que unos partidos pretenden aprobar una declaración que dice que las leyes democráticas dejan de estar vigentes en Cataluña, que el Constitucional no tiene jurisdicción allí y que se van a saltar las leyes y la democracia española. Por ello, Rajoy debería recurrir esta envenenada moción inconstitucional y antidemocrática antes de que se abra la puerta a una situación que desborda la Constitución e incita a violar el Estado de Derecho incumpliendo leyes y sentencias.

Y es que en este todo vale, los ciudadanos podríamos negarnos también a cumplir las normas que más nos fastidian, la legislación tributaria, la de tráfico, hasta el Código Penal…, o a incumplir sentencias condenatorias, convirtiendo a un Estado de Derecho modélico en un país sin ley.

El Gobierno espera que hasta después del 20-D no haya incumplimientos de la suspensión de la resolución independentista del Parlamento catalán que el Tribunal Constitucional seguramente decretará en las próximas semanas, entendiendo que no va a ser necesario tomar medidas de fuerza o sanción hasta después de las generales, incluso, cuando estén constituidas las nuevas Cortes en enero y, probablemente hasta que no haya nuevo Gobierno central. ¡Qué ingenuos! La maquinaria independentista está en marcha y no piensa detener su curso por nada -total, pasan de cumplir las leyes-, es más, incluso les interesa desestabilizar todo lo que puedan antes de las generales, aunque no puedan calibrar qué ganancia obtendrán de este río tan revuelto…

Mientras Sánchez quiere reformar la Constitución para dar encaje a los independentistas, olvidando que estos no quieren ninguna reforma sino irse, e Iglesias se lía y confiesa que si ganara el sí en un hipotético referéndum en Cataluña, les daría encaje como nación en España (¿?), Rivera y Rajoy parecen estar teniendo más visión de Estado en el momento más difícil de la historia de nuestra democracia reciente. A Rivera le va a ser sin duda premiado el próximo 20-D, y a Rajoy le puede llevar a la victoria o no en función de las decisiones que tome en los próximos días…