Como ya dije la pasada semana, el nacionalismo andaluz, encarnado en la Asamblea Nacional Andaluza (prima hermana de la Asamblea Nacional Catalana, cuyo presidente, Jordi Sánchez, está entre rejas en Soto del Real por presunto delito de sedición) quiere declarar la independencia de Andalucía el próximo día 4 de diciembre, casualmente justo cuando se cumplen 125 años del nacimiento de Franco… será que los extremos se atraen…

Aunque ellos vinculan este desafortunado día elegido para convertirnos en la república independiente de su casa con el 4 de diciembre de 1977, en que hubo manifestaciones para pedir la autonomía andaluza, pero no de todos… porque ya demostré con documentos oficiales la falsedad de la proclamación de la Comunidad Autónoma andaluza y el pucherazo que descaradamente se llevó a cabo por las Cortes para suplir la voluntad popular en dónde no se aprobó la iniciativa autonómica.

Y como los granadinos corremos el riesgo de padecer la misma "matraca" independentista que el ex compañero de celda de Jordi Sánchez, pero con el delirante nacionalismo andaluz, y como los de la ANA incluyen en su discurso a todos los "países andaluces", incluidos Murcia, el Rif marroquí y el Algarve portugués, es el momento para que el "país de Granada", que en modo alguno se considera país de estos países virtuales que prepara el "Jordi andalú", un tal Altamirano, se desmarque de este ridículo procésandalú.

Y es que quienes defendemos la identidad histórica y territorial de Granada y su región no somos independentistas, somos españoles convencidos de la necesidad de reivindicar Granada ante el flagrante abandono y la dolosa postración en la que lleva instalada desde hace ya 40 años por pertenecer a una Comunidad Autónoma que nada nos ha dado ni nada nos dará nunca. Y reivindicamos nuestros derechos territoriales como Comunidad Autónoma propia.

Y si finalmente se abre el melón del federalismo por el PSOE, que desde el PSOE de Sevilla abandonen la idea de que Granada y su región van a pertenecer a su Estado federal de charanga y pandereta en el que llevamos ya más tiempo que con Franco. Aquí, desde la seriedad, articularemos otra solución política distinta para nuestro territorio, la que más beneficie a nuestros habitantes y no a los "mi arma" de allende el Guadalquivir. En fin, metamorfoseando bastante el lema de estos independentistas andaluces, España es mi castigo, el ya histórico hartazgo granadino podría hacernos decir Andalucía es mi castigo.