LA picaresca es una manifestación del carácter nacional que tiene sus orígenes literarios en el Siglo de Oro y que se multiplica en los periodos de supervivencia difícil, como el actual. El desempleo, los precios y mil circunstancias más han estrechado las expectativas económicas de las familias y la picaresca, fiel a la tradición, se ha expandido por todo el territorio nacional. Y Granada no es una excepción. En un solo año las compañías de seguros han atajado en la provincia casi 2.900 intentos de fraude de clientes. La imaginación no tiene límites a la hora de extorsionar. El seguro de automóvil se ha convertido en una tentación para fingir accidentes y cobrar indemnizaciones. Y en las comisarías se amontonan los casos de denuncias de robo falsas que sólo pretenden obtener un rendimiento económico inmediato. Así, a la desconfianza que produce las circunstancias económicas, se une la desconfianza en los pícaros, que ahora pululan multiplicados por diez. El tiempo del Lazarillo se renueva.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios