Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

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Sexo con tenedor y cuchillo

Cuando se salga de esta, lo único seguro es que la gente correrá a comer y a interactuar sexualmente

Cuando se salga de esta, la gente correrá a comer y a interactuar sexualmente. Es lo único seguro. Y es que estamos programados para proliferar; con un programa eficacísimo que ha atestado el mundo de gente. El virus está aclarando la era y, una vez vencido, volverán a pontificar sobre género, sexo y amor el papa, la universidad, los colectivos LGBT, los redactores de disparatadas leyes trans, etc. Hablarán de sexo y poder, de género y poder. Los gestores de los dioses defienden que sus patronos tienen la exclusiva de la Creación y que ellos administran la franquicia, por eso han mirado siempre con recelo a las mujeres que son las únicas creadoras que uno suele encontrarse por la calle. Y los comerciales de las diversas marcas de creación imaginaria -hay quienes las llaman religiones-, varones por lo general, envidiosos de esta evidencia/competencia, han dedicado muchas energías a mantener invisibles a las auténticas productoras de vidas, usando, ora la fuerza, ora el engaño. Reducidas al papel de expendedoras de hijos. Mujeres valientes, feministas, sufragistas, rebeldes, aliadas con esclavos y trabajadores lucharon para hacerse visibles y aflorar a la vida pública, de propiedad varonil. Las dos guerras mundiales las ayudaron. Tuvieron que ocupar los puestos de los hombres en las fábricas y en el frente. Y decidieron quedarse, tras las contiendas. Por ahora, clonando los comportamientos masculinos, sin abandonar las "armas de mujer": las palabras de Sherezade y las argucias de Dalila. Resulta curioso que una religión, como la católica, tan fan del alma y detractora del cuerpo, hable más de las vías de penetración del cuerpo humano que de las Cinco Vías de la existencia de Dios; y que, los illuminati de género, mucho de ellos materialistas, en plan "negacionista" del cuerpo humano y de su fisiología, hablen tanto del alma, de los "constructos culturales" que el patriarcado usa para dominar a la mujer. Unos y otros se pirran por definir el buen amor. A las iglesias, les va la monogamia y el amor eterno, a los genéricos, el poliamor y las relaciones abiertas. Pero no aclaran qué es amor y qué es sexo. Para mí, que el amor, con mayor o menor éxito, ha sido un invento de la mujer paridora para que el hombre use cubiertos a la hora de degustar el sexo. Parsimoniosa y educadamente. Respetándola.

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