Empieza el 2019 y parece que estamos a otras cosas, entretenidos con las polémicas y las estrambóticas propuestas de Vox y con el nuevo Gobierno de la Junta. Pero, mientras tanto, en mares como el de Alborán continúa escribiéndose día tras día el drama de cientos de personas que se juegan cada día la vida en pateras (les da igual que sea invierno o verano) huyendo de algo que desconocemos pero que no debe ser nada agradable para que embarazadas en avanzado estado de gestación se atrevan constantemente a emprender dicha travesía. Una situación que mantiene al límite las infraestructuras en Motril y que nos advierte de lo complejo de un tema que algunos políticos y analistas tratan con una frivolidad inusitada. Está claro que tanto España como Andalucía tienen ante sí el reto de adoptar medidas con la inmigración, pero esas corrientes de cambio manejan discursos con un aire perverso poco serio y menos humanitario para una crisis que es global. No es cuestión de populismos o buenismos. El asunto está en formular un debate serio sin perder el lado humano.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios