Crónica personal

Carmen / Ferreras

Sumisión química

COMETER una agresión sexual puede quedar impune fácilmente gracias a un nuevo invento sobre el que están alertando especialistas en toxicología y psicología clínica. Se trata de una sustancia psicoactiva que se ha dado en llamar sumisión química. El nombre no permite albergar dudas sobre su empleo. La "sumisión química se administra a una persona sin su conocimiento para cometer agresiones sexuales. Agresiones sexuales que pueden quedar impunes debido a la amnesia anómala que sobre lo ocurrido sobreviene a la persona agredida que, de esa forma, se muestra incapaz de recordar nada de lo acaecido en ese tiempo en blanco o en negro en el que su cuerpo y su mente no son suyos. Siendo como es preocupante este nuevo problema añadido que forma parte del oprobioso mundo de las sustancias perniciosas, más preocupante es todavía que la sumisión química se utilice con niñas o con niños. No hay que pensar en ello como en algo remoto.

Nadie va a estar a salvo: ni adultos, ni jóvenes, ni niños. Me preocupan sobremanera estos últimos. Si abusar de ellos siempre ha sido fácil, ahora lo será mucho más merced a una sustancia que no les permitirá recordar, ni mearse de miedo ante el agresor, como ha ocurrido en algunos casos, ni levantar el índice acusador, ni poder decir nada porque nada es lo que van a recordar de lo que pueda haberles pasado. La nada será como una pesadilla. La nada será un insondable agujero negro, una sima en sus vidas durante el tiempo que dure el efecto de esta nueva sustancia, la que faltaba para completar la lista de mierda que se fabrica en España. No me extrañaría que semejante sustancia llegue a ponerse a la venta en ese mercado en el que todo se compra y se vende, porque apenas se controla, llamado Internet.

Lo que empezó siendo una leyenda urbana se ha convertido en una realidad desagradable a la vez que grave sobre la que hay que actuar con rapidez y contundencia. Dureza, la máxima posible, no sólo para quienes comercien con esta nueva droga que no tardará en airearse en el mercado; dureza y contundencia con sus compradores, con quienes se atrevan a utilizarla. Ya se ha detectado un caso, que se sepa, en A Coruña.

El síntoma posterior a su consumo, absolutamente inequívoco, puede ayudar a padres, educadores e investigadores, puesto que la amnesia es completamente diferente a la producida por cualquier otro trauma psicológico. Mientras en los casos de shock, se recuerdan aspectos de la situación traumática, con la ingesta de la sumisión química no, porque impide cualquier posibilidad de recuerdo, lo cual no deja de ser terrible. Se podrán recordar los sueños, pero nunca, o no por el momento, ese espacio de tiempo en blanco o en negro en el que otro u otros han sido dueños de la voluntad y del cuerpo.

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