La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Susana en la cuerda floja

Quizás Susana se equivoque y ya no tenga el 68% de los socialistas andaluces a su favor: Pedro ganó, ella perdió

En el laboratorio andaluz hay faena para dar y tomar. Estamos experimentando para toda España cómo gestionar la emergencia de la extrema derecha que ya conocen en numerosos países europeos sin que hayan dado con una fórmula única para todos los sitios, y estamos experimentando cómo gobernar la comunidad más populosa de España sin ser socialistas.

Y aún hay un tercer experimento en marcha, éste ya estrictamente partidista: el PSOE va a ensayar la defenestración de una líder que ha mandado en la región durante seis años, que ganó las elecciones el 2-D con mayoría insuficiente y que estuvo a punto de ser secretaria general del PSOE. Quien le ganó este último envite es quien ahora impulsa su relevo.

No pasa un día sin que algún ministro, y de los relevantes, cuestione la continuidad como secretaria del PSOE de Andalucía y candidata de nuevo a la Junta de Susana Díaz, que se ha apresurado sin titubeos a mantener esa doble aspiración para el futuro inmediato. Prepara una resistencia numantina a la caída, lo cual cierra la puerta a una salida pactada que quizás sería lo más conveniente para ambas partes.

Su argumento central, aparte de la victoria electoral relativa -que pesa poco, en realidad, porque perdió el poder, que es lo que importa en estas batallas-, es el control que tiene del PSOE andaluz, en cuyo organigrama ha colocado sus piezas más leales sin excepción (¿hay algún sanchista acaso en el grupo socialista del Parlamento?). Serán los militantes andaluces los que decidan, proclaman Mario Jiménez y demás seguidores de la flamante ex presidenta.

Tal vez se equivoquen haciendo las cuentas, y ésa puede ser la perdición de Susana. Cuando se enfrentaron en las primarias, Pedro Sánchez llegó a tener a su favor el 32% de los votos de los socialistas andaluces. Desde entonces ha llovido mucho. Sánchez es Presidente del Gobierno y Díaz ha perdido la presidencia de la Junta, entre otros acontecimientos. No hay que ser un lince para augurar que el 68% de los votos de Susana serían ahora muchos menos. Suelen reducirse en proporción directa al poder que se pierde. ¿Cuántos seguirán apoyando a Susana y cuántos cambiarán de acera? Imposible saberlo.

No será antes de las elecciones municipales, pero ya en las listas para ellas meterá baza Pedro Sánchez. Para eso reformó el reglamento del PSOE. Para imponerse a los barones cuando le haga falta.

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