Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

Suspenso general

Los electores andaluces tienen que elegir quién es el menos malo entre los que no alcanzan ni el aprobado

Mañana se celebran las elecciones autonómicas en Andalucía, con proyección nacional que confirma la presencia de los líderes de los partidos contendientes, con la mirada puesta en las próximas elecciones generales y con un insulto a los intereses propios de una región invertebrada, donde las desigualdades provinciales son evidentes, como lo son las comparaciones con otras regiones españolas, de las que estamos alejados. Si pésima ha sido la administración socialista en estas décadas, tampoco los aspirantes a ocupar San Telmo, ofrecen un panorama ilusionante que repercuta favorablemente en la totalidad de los ciudadanos, de cualquier rincón andaluz y no del centralismo sevillano o del madrileño, como algunos sugieren.

Los que apoyamos la igualdad autonómica -que los nacionalistas catalanes consideraron despectivamente como "café para todos"- seguiremos censurando las desigualdades regionales, los privilegios, muchas veces concedidos bajo medidas de fuerza, las inexistentes superioridades históricas, superando una Constitución que votamos masivamente hace 40 años, precisamente para recuperar libertades y asegurar derechos e igualdad de todos los ciudadanos en un Estado libre y democrático.

Según las encuestas, ninguno de los candidatos andaluces supera el aprobado. El suspenso general es evidente, por lo que los electores tienen la difícil tarea de elegir al menos malo. En realidad las diferencias regionales, internas y externas, no son sólo responsabilidad de gobernantes centrales o regionales, sino que en ese suspenso hay que incluir a los que, desde dentro -alcaldes, diputaciones, instituciones, políticos, ciudadanos- han sido incapaces de formar una piña para defender intereses cercanos. Hablar de igualdad regional, en Granada, por ejemplo, a la cola de casi todo y donde hasta celebramos que nos lleve a Madrid, tras tres años de aislamiento -con una sola parada intermedia- un tren obsoleto, mientras esperamos sine die, la llegada del AVE, es de auténtico cachondeo.

Suspenso general, sí, pero insisto que no sólo a los que mañana se presentan en Andalucía, sino a los que, antes y ahora, nos gobiernan aquí o más allá de Despeñaperros. En fin, elijan ustedes mañana al que crean menos tonto o tonta de la clase -listillos son todos- o, al menos, al más cercano a sus intereses y simpatías.

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