LA Derecha Europea quiere dar el rejón de muerte a nuestros derechos, a nuestra salud y a un sistema que garantice las necesidades de las personas por encima de los intereses del capital. Me estoy refiriendo al TTIP (Tratado de Comercio e Inversiones Unión Europea-Estados Unidos ) que, a vuela pluma, va a tener un impacto negativo sobre el empleo con una desregulación total de las condiciones de trabajo, es decir: individualización de las relaciones laborales y ausencia de procedimientos que garanticen derechos, no solo laborales, también ausencia de derechos sociales y agresión al medio ambiente. Habrá una pérdida de la democracia cuyas repercusiones son difíciles de imaginar en este momento. A partir de entonces, el papel del Estado pasa a una posición de espectador de la especulación mercantil de sus servicios públicos y básicos, como la Sanidad, la Educación. El impacto que tendrá este tratado sobre la agricultura tradicional con la entrada total de los transgénicos será simplemente demoledor. Finalizará con nuestro delicado equilibrio comercial y medio-ambiental. Este primero de mayo nos movilizamos también contra el TTIP.

Las próximas elecciones, municipales y autonómicas, están planteadas por nuestros políticos como la primera vuelta de unas elecciones generales. Por eso, procede analizar la herencia recibida de Rajoy en materia laboral. Y lo que nos deja son 5.444.600 de parados. Además, por si fuera poco, nos deja cinco regiones de España con el índice de paro más alto de Europa, entre ellas, claro está, Andalucía. A nivel provincial, a Granada la deja con una tasa de paro del 34,10 y con 94.341 personas sin cobrar ningún tipo de prestación. Para este viaje, no hacía falta tocar el sistema laboral que tanto sudor, sangre y lágrimas ha costado a los trabajadores.

Después de la agresión sufrida por la reforma laboral y ante las continuas manifestaciones sindicales y sociales en defensa de nuestros derechos perdidos, en defensa de lo público, del empleo de calidad y con derechos, y en contra de esta economía sumergida que hace más pobres a los trabajadores dejándolos en situación de esclavitud, no contento aún con esta continuada humillación a los trabajadores y trabajadoras de este país se despacha con una Ley Mordaza para que ni siquiera podamos gritar en la calle semejante vejación y atropello de nuestros derechos.

En fin, ojalá estemos ante el final de una época, un fin de ciclo y, recibida esta herencia indeseada de Rajoy, toque dar la bienvenida a nuevos actores de la política. Pero llama la atención la ausencia de propuestas en relación con el empleo. Porque esta es la cuestión fundamental, el trabajo; porque sin trabajo no hay derechos.

No puede haber una persona que esté en el paro y que desee trabajar y no tenga este derecho. La Constitución española reconoce ese derecho. Es una hermosa declaración sin efectos. Hace falta una ley que desarrolle el derecho al trabajo y que lo convierta en exigible ante los tribunales. La solución, en principio, transitoriamente puede ser la renta básica, pero el final es el trabajo garantizado que tiene que generar esta sociedad. Se trata de dar dinero directamente a la creación de empleo y no a las empresas. Se trata de fomentar actividades como construcciones e infraestructuras urbanas y tecnológicas. El Estado debe crear directamente los puestos de trabajo necesarios para esta sociedad y debe ser motor de la activación económica.

Y le compete realizar la necesaria reforma fiscal para equiparar las rentas del capital con las rentas del trabajo, ya que no es tolerable que una persona que ha obtenido unos ingresos solo por dividendos, especulando en bolsa, pague menos impuestos que un trabajador.

Como decía hace poco, si quienes nos gobiernan y administran nos imponen la oscura crisis y su sombra como compañeras de viaje, siempre mejor asombrados que sombríos. Siempre mejor con sueños que desvelados. Y siempre , siempre luchado el 1 de Mayo.