La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Tiempos para inconformistas

El discurso de compromiso de Goirigolzarri es una oportunidad para Granada; es el momento de tomarle la palabra

Cuando José Ignacio Goirigolzarri viajó a Granada en 2015 para presidir la séptima edición de los Premios Andaluces del Futuro, la imponente sede de BMN en el 'Cubo' -el fallido grupo que ha dejado a CajaGranada al borde del abismo- no tendría más significado que cualquier otra torre financiera de este país: la competencia. Hoy, tres años más tarde, aquella visita resulta casi profética: Bankia ha celebrado este jueves la décima edición de los premios en el Crucero del Hospital Real con un acto cargado de simbolismo: era la primera intervención pública de Goirigolzarri en Andalucía tras el proceso de fusión y no venía de vacío. Comenzó la mañana anunciando la puesta en marcha con la Diputación de un proyecto de ofibús para acabar con la exclusión financiera -más de 39.000 vecinos de 60 pueblos no tienen servicios bancarios- y, a primera hora de la tarde, desveló en un encuentro con los periodistas que Andalucía se sitúa como un territorio estratégico en los planes de expansión de Bankia -especialmente para captar empresas- y confirmó la apuesta por Granada como base para pilotar el proyectoen toda la zona occidental.

Para Bankia, una entidad que también ha tenido que superar su particular travesía del desierto hasta consolidarse como el cuarto gran banco del país, las razones históricas y el atractivo poblacional de nuestra comunidad pesan tanto como las expectativas tangibles de crecimiento y de negocio. Podría parecer una hoja de ruta previsible pero no lo es; nunca lo es cuando entran en juego los actores del sistema financiero y, menos aún, cuando se arrastra en la mochila la burbuja de excesos y desaciertos de las antiguas cajas de ahorro -de la polémica CajaMadrid y las otras seis entidades regionales que marcaron el nacimiento de Bankia en la reestructuración del mapa bancario de 2010 y los propios de CajaGranada con sus tres socios de aventura del arco mediterráneo-.

Con permiso de los cinco jóvenes premiados este año en la convocatoria que Bankia y Grupo Joly organizan desde hace diez años para poner rostro y apoyar el talento andaluz, Goirigolzarri también fue el protagonista de la velada en el Hospital Real. Sobre el escenario, con un discurso completamente alejado de los protocolos y los lugares comunes, y abajo, en los corrillos, marcando las dotes adivinatorias de los invitados: ¿acabará siendo el próximo presidente del BBVA? ¿volverá ocupando precisamente el puesto del controvertido Francisco González?

Una pregunta sin respuesta, de momento, que tiene sentido porque hablamos de Goirigolzarri. Banquero, directivo, responsable de un gigante financiero, pero no uno más. Con una intensa trayectoria que ha construido sobre el valor de los números pero también de las palabras. Y de la ética.

Dicen los académicos de la RAE que el "inconformismo" es la "actitud o tendencia de la persona que no se conforma con lo establecido y lo rechaza". El presidente de Bankia necesitó menos de un minuto en desmontar este sentido destructivo del concepto: porque no es "inconformismo de salón" lo que necesitamos, porque pierde todo su valor si se queda en una "crítica desapegada y sin compromiso", porque es todo lo contrario a las actitudes 'anti' y porque no es meramente "destructor" si realmente queremos que transforme la realidad y cree valor a la sociedad. Un inconformismo "sano" que "exige ambición y entereza", que nada tiene de "ingenuo" -ahí está el fracaso siempre acechando para recordárnoslo- y que tanto necesita de la "perseverancia" y del esfuerzo. Y hasta de la humildad… No son recetas fáciles de ningún libro de autoayuda. No en "un mundo donde cada vez hay más palabras y más ruido…" No para quien tiene una idea tan clara de lo que significa ser ejemplar: por lo que perdura, por lo que legitima y por lo que contagia.

Bankia ha desembarcado en Andalucía, está dispuesta a crecer y, siendo consecuentes, habrá de hacerlo desde ese inconformismo que tiene que ver con construir, con cumplir, con sumar. Lo ha dicho públicamente alguien que cree en la responsabilidad del compromiso. Para Granada, el discurso d e Goirigolzarri no deja de ser una oportunidad; es el momento de tomarle la palabra...

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