Lo que esta dana ha traído no lo esperaba nadie. Después de un Corpus de tanta calima y asfixiado por el calor, al tiempo se le ha olvidado el nombre de una estación llamada verano. Sin darle oportunidad para debutar, la ha devuelto a corrales, y nos ha traído de sobrero al otoño. Casi nada. Casi nada. No tardará en venir el presi Sánchez y contará que este es otro efecto pernicioso, uno más, del ciclón Juanma. Cosas más peregrinas he oído…

Lo sé. Están como yo. Hartos de tanto análisis, de sortilegios, de presagios, de adivinos, de tantos Tezanos como hay en el mundo… lo que da una tarde electoral de domingo. Ahora resulta que todos lo sabían, que contaban con ello, que todos acertaron. Todos preveían la mayoría absoluta como más que una peregrina posibilidad. Todos tenían ese pálpito, esa corazonada. Claro. Y ganar por doce a cero al Madrid, también. Por más que busco en editoriales de prensa, más allá del propio Moreno, a nadie lo veo valiente, tirándose al ruedo, diciendo que sus cifras salen, y que Juanma ganaría con esta holgada cuenta. (No se incluyen rezos ni peticiones en el altar).

Bueno, la verdad es que todo esto, incluido comentarios post elecciones, entran en la tramoya electoral, en el teatro que una calurosa tarde de domingo descubrió, y acabó presentando otra Andalucía. Unos votos prestados lo han conseguido. Pero eso: unos votos prestados. Unos votos que, como cuando Felipe ganó, pedían un cambio. Eso fue simple y llanamente lo que ocurrió. Andalucía presta unos votos a Juanma con los que poder transformar el esperpéntico paisaje que la política nacional nos trae desde años atrás.

Creo que esa es la autentica realidad. Andalucía no ha castigado para siempre y sin fisuras al socialismo. Andalucía no ha dicho no a sus alcaldes socialistas. Andalucía ha dicho no a Sánchez. Nada más. Andalucía ha demostrado que vota ideas, personas y proyectos. Y que cada paso, cada elección, cada propuesta de voto, tiene su tiempo, su momento y su propia reflexión. Y que esta iba dedicada como castigo al presidente de la Nación. No. No es tiempo de vencedores ni de vencidos, más allá de la carga que a Juan Espadas le ha supuesto en sus resultados el multicolor gobierno de la nación. Es tiempo, eso sí, de examen de conciencia, de reconocer la crisis y ausencia de cordura que asola España. Y contra eso, por mucho que empeñe Madrid en construir una tapia en Despeñaperros, este histórico 19-J.

Aunque hoy parezca otoño, vendrá el verano. No me cabe ninguna duda. El calor regresará, y propondrá que entre todos demos a Andalucía una mano de pintura y barniz que le permita salir de la esquina donde años y años le tocó resignarse a vivir. Porque, como decía Serrat, el Sur también existe. Vaya que si existe. Que se lo digan a Feijóo…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios