Gafas de cerca

Tacho Rufino

jirufino@grupojoly.com

Toca engorde

Diferido el pánico al michelín y ante la suelta de otro agujero del cinturón, nos diremos: "Son esas fechas"

Las citas son un recurso común para dar caché y credibilidad a una opinión: como dijo Churchill o Groucho, según Paulo Coelho o Jodorowski, ya saben lo que replicaba Talleyrand a Fouché; no lo dije yo, lo dijo Quevedo. Por ejemplo, si usted quiere tapiñarse el enésimo mantecado sin un extra de mala conciencia, puede tirar del mítico alpinista inglés George Leigh Mallory: "Mr. Mallory, ¿por qué quiere usted subir al Everest?", a lo que él respondió, lacónico y enigmático: "Porque está ahí". "Jacinto, ¿por qué te vas a comer el último rosco de vino, gordi?", a lo que Jacinto, con la mirada perdida, responde: "Porque está ahí, en la caja que me ha regalado la empresa". Trascendental, y en dos bocados, Jacinto ingiere otras 200 calorías de regalo. Arrinconada la báscula en una caja de Ikea hasta el 7 de enero, nosotros, jacintos y jacintas, vamos a poner dos kilitos en menos de un mes. Comeremos y gastaremos el doble de lo habitual. Diferido el pánico al michelín y ante la suelta de otro agujero del cinturón, nos diremos: "Son esas fechas". Hacia la dieta por el engorde: venceremos. En plan Sísifo que sube la montaña de enero cargado de la piedra de kilos y saldo de visa, para rodarla cuesta abajo hacia marzo entre tambores y palmas.

La debilidad humana, la de Jacinto, también produce comportamientos de lo más contradictorios. No sé si usted también percibe que van siendo legión los agnósticos, ateos y anticatólicos que se lanzan a preparar la noche en que los cristianos celebran el nacimiento del Hijo de Dios. Si van con sus pequeños a ver un portal, y ante el "Papi, mami, ¿quién es ese niño?" de Ale, lo harán sentir el centro del universo, una excelente vía a la frustración adulta: "Ale, ese niño eres tú". "Bien, soy el niño Jesús". "¡No, Ale, no! ¡Tú eres el niño más importante e inteligente del mundo, eso eres, no lo dudes nunca!". Y lo llevarán a la cabalgata de unos Reyes Magos que según la religión católica, de la que abominan o a la que simplemente desprecian, fueron a adorar al Niño Dios precisamente a aquel portal en Belén. "Ale, la estrella que los guió fue en realidad un alineamiento de planetas, ya lo entenderás cuando seas grande: los Reyes son los padres, díselo a todos los de la guarde". En paralelo se percibe en no pocos rediseñadores de la Navidad, apóstoles del neopaganismo, el rechazo de la parte más pagana de estos días, el Fin de Año. ("La juventud acaba cuando acaba el gusto por salir en Fin de Año". Es de un contacto de Facebook, la mayor fábrica de citas de la historia de la Humanidad.)

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