Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Ver para creer

Es grave que toleremos que desde el gobierno de un país democrático se practique la confrontación

Si no llega a ser por la muerte de cinco personas en el asalto al Capitolio el miércoles pasado, podríamos decir que esta acción en el centro de poder del mundo capitalista -que llamativamente condenan los social-comunistas nacionales, no se sabe si por esnobismo o porque han perdido el norte ideológico- ha sido de ver para creer... Gente disfrazada de búfalo, otros llevándose los atriles, otros con sombreros vaqueros o escobas de bruja, confederados por doquier, rednecks repantigados en los despachos oficiales, otros a lo Spiderman por los muros, policías huyendo escaleras arriba, en fin, que ni el mejor guionista de Hollywood hubiera imaginado un argumento así para sus películas.

Independientemente del análisis político sobre este estrafalario asalto en un país fuertemente polarizado y dividido, por cierto, con muchas similitudes con España, hay ya quien apunta a que el próximo golpe lo dará un unicornio -tras el del tricorniado Tejero aquí y el del bicorne Yellowstone Wolf en USA-.

Bromas aparte -que en la actual situación sanitaria es bueno desconectar aunque sea unos minutos-, este asunto da mucho que pensar sobre hasta dónde los políticos pueden tensar la cuerda del enfrentamiento y la crispación sistemática, y las consecuencias que ello puede tener.

No es tolerable que desde el gobierno de un país democrático se practique la confrontación, pero lo más grave es que los ciudadanos lo toleremos y los mass media afines le den pábulo. En España esa es la táctica de Iglesias y su mermado partido, con el silencio cómplice de Sánchez, que cree que le beneficia la estrategia de su socio, cuando perjudica aún más la ya deteriorada imagen del socialismo nacional. Habría que recordarles a ambos el "ver para creer" de sus contradicciones entre lo que decían antes y lo que dicen ahora: el insomnio de uno, las no subidas de impuestos del otro, o el rodea al Congreso vs. indignación si es el Capitolio, la lista sería interminable…, y más si añadimos la pandemia, las mascarillas, las restricciones…

Pero el ver para creer también es extrapolable a otros ámbitos políticos más próximos: el rodea el Parlamento andaluz de Susana vs. estupefacción si es el yanqui, o, más cerca aún, el marlaskeño vuelo de inmigrantes Canarias-Granada en plena pandemia, y, por qué no, el Pendón ocultado el día de la Toma. El repertorio de actuaciones insólitas y/o contradictorias de estos políticos es interminable, podría seguir y no acabar... En nuestras manos está que imperen la coherencia y la razón. Mientras, seguiremos viendo para creer…

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