Bloguero de arrabal

pablo Alcázar

Vivir es para siempre

ESTOY consternado. Y no porque Almodóvar haya desvelado el secreto de su próxima película Silencio, en la que plantea, él lo ha dicho, "un drama sombrío de universo femenino". Esto lo podré superar, simplemente, no yendo a ver este film. Hace tiempo que me aburro tremendamente con la banal la solemnidad de este director. Este hombre, como casi todos los españoles, aspiraba a un empleo fijo, a una actividad reglada y de por vida, y ha terminado convirtiéndose en un funcionario del negociado de Cine sobre las Mujeres, es decir, en un mujerólogo. En mi pueblo, que son muy descriptivos para estas cosas, dirían que Almodóvar lleva tiempo comiendo pan de higo. No, pero no es eso lo que me preocupa en este agosto flamígero. Lo que auténticamente me inquieta es la cantidad de alimentos y productos naturales que alargan la vida. Según leo en la red, los tomates, el aceite, el vino tinto, la cerveza, las sandías, las infusiones de salvia, el aguacate, el té verde, la manzanilla y no sé cuantas cosas más, ingeridas en las cantidades adecuadas, retrasan el momento de abandonar este mundo. Además, parece que los toma bastante gente. Incluso los fieles de las religiones del Libro (mahometanos, cristianos y judíos) que, pese a tener la promesa de una vida eterna con todo tipo de comodidades y lujos, se agarran a una bolsa de cacahuetes o a cualquier otro antioxidante con un fervor casi blasfemo. Yo los comprendo perfectamente. Porque aunque estoy convencido que voy a ir al cielo, dado el carácter heroico de mis virtudes, por ahora no estoy interesado en sentar plaza ni a la derecha ni a la izquierda ni delante ni detrás del trono del Padre Eterno. Porque, ¿para qué nos vamos a engañar?, como en la casa de uno, en ninguna parte. Mientras me harto de tomates y kiwis, voy estudiando las ofertas de religiones politeístas, con cielos más divertidos y e ilusionantes, para cuando no me quede más remedio que cambiarme de piso. No quiero depender de un solo dios. El politeísmo -incluso el andaluz, con miles de imágenes de cristos y vírgenes-, es mucho más socorrido porque, como pasaba en el Olimpo griego, si se te enfada Zeus, puedes acogerte a la protección de Hera. Aquí sucede lo mismo, si no te dejan entrar en Desolación, puedes intentarlo en Humillación y, si allí te rechazan, siempre podrás hacerte cofrade de Abandonado. Pero lo que me realmente me tiene consternado es que no todo el mundo sea tan disciplinado como yo y que la mayoría abandone pronto la ingesta de cacahuetes y manís y se me vaya muriendo toda la gente que conozco. No le veo ninguna gracia a terminar bailando 'los Pajaritos' en Benidorm, solo, agarrado a una escoba, mientras que el acordeonista estruja su instrumento sin ningún entusiasmo.

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