Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

coleraquiles@gmail.com

Voluntad de servirse

Ningún cargo público confiesa ya que lo mueva la voluntad de servicio. Sólo lo hacen los policías de la serie 'Servir y proteger'

La frase "voluntad de servicio" ha terminado por resultarme antipática. La relaciono con el servicio militar, con la Falange y con los procuradores en Cortes franquistas. Los capitostes del Movimiento Nacional estaban en política movidos -decían ellos- por una voluntad firme de servir a los ciudadanos (afines al régimen, claro). Ni el régimen andaluz (sí, el régimen clientelar andaluz), salido de las urnas, y por tanto democrático y legítimo, ni el gobierno del Estado, el del PP, salido también de las urnas y al que la corrupción le resta pocos votantes, ya no tienen valor suficiente para decir que están en política para servir a los ciudadanos. Los méritos del PP es que -según ellos- estamos saliendo de la crisis. No nos hablan nada más que de dineros. Y si sales por la ciudad, te das cuenta de que algo de dinero, blanco o negro, circula. Las terrazas de los bares aparecen llenas de familias. Gracias a que nos hemos convertido en un imperio implosivo, en lugar de expansivo y dominador. En nuestras tapas no se pone el sol, pero en lugar de llegar a Filipinas, como Felipe II, de hacernos con el mundo, el mundo entero se ha venido a tomar boquerones al limón en nuestras playas. Y estamos a reventar de turistas. Sí, es cierto, los camareros y los dueños de bares, hoteles y restaurantes, tiene una auténtica voluntad de servicio o, mejor, de servir copas y entretenimiento, porque no hay otra cosa. La prisa con la que Susana Díaz ha colocado a los consejeros cesantes en la última remodelación en puestos en los que van a ganar más que antes, certifica que al régimen andaluz, y a su presidenta, lo que les interesa no es servir a los andaluces -ahí está el ERE encubierto que suponía la fusión hospitalaria granadina- sino servirse de nosotros y seguir fortaleciendo la férrea jaula clientelar que lo sostiene. Nada de voluntad de servicio, voluntad de servirse. Y, como en tiempos de Zapatero, las virtudes cívicas se enseñan ahora en las series de televisión. Los socialistas, sin valor para resolver el enorme dolor de las víctimas del Franquismo cuando gobernaron, se dedicaron a ajustarles las cuentas a los vencedores en la serie, entonces en la TVE 1, Amar en tiempos revueltos, en la que todos los malos eran franquistas y casi todos los buenos Socialistas. La televisión pública, viendo que ni la escuela ni las instituciones son capaces de inculcar valores a los ciudadanos, ha decidido inculcarlos en Servir y proteger, su melodrama de la tarde. Tan buena es la policía en esta serie que dan ganas de delinquir para que te detenga y disfrutar de sus servicios profesionales. Serie feminista, asistencial, misionera, catecumenal, educativa, 'ilusionante', en suma. Todo no está perdido. Entre la UCO y la Policía Nacional nos van a sacar del atolladero. ¡¡¡Viva el melodrama policial, abajo la mugre que ensucia a diario los juzgados!!!

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