La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Zumo real

De las pruebas de lo dicho por Pilar Rahola contra el rey emérito sólo tenemos su cansina palabra

A la republicana Pilar Rahola no se le ha ocurrido mejor resuello contra la monarquía borbónica que denunciar, de nuevo, al emérito rey Juan Carlos I por equivocarse de naranja cuando quiso exprimir un zumo. Es la metáfora que ella misma usó para denunciar el exceso táctil del monarca en uno de sus senos.

Frivolizando así con algo tan serio como es el acoso sexual, la polemista, la bien 'pagá' del procés, intenta no quedarse sin acosador propio, vaya a que cuele lo de Karmele Marchante con Plácido Domingo y ella pierda protagonismo, entre las musas del independentismo, sin una polémica similar, aunque ésta venga repetida y con cierto aire de reconstrucción exprofeso.

Tiene toda nuestra solidaridad doña Pilar por haber sido capaz de aguantar tantos años sin hablarnos de aquel singular zumo real de don Juan Carlos I. Ha debido ser duro para ella callarlo durante tanto tiempo, y se ha animado, precisamente ahora, a reiterar lo amarga que fue aquella naranjada real, y que ella silenció, quizá por indulgencia monárquica, a pesar de sus republicanas maneras de pensar.

Aprovechando que el río Besós del MeToo de la ópera pasa por el Sant Adriá de su interés político, doña Pilar se ha subido a su barca de remar a favor del viento indepe y ha sacado esta invasión de su intimidad republicana, por parte del exrey de España. De las pruebas de lo dicho por la tertuliana, Rahola de ocho apellidos indepes, sólo tenemos su cansina palabra. Parece argumento escaso dada su proclividad a defender efusiva y exclusivamente aquello que difame y menosprecie a todo lo que tenga que ver con España. Más aún contra el jefe del Estado.

Nos cabe la duda por saber si, en caso de que el atrevimiento real denunciado hubiera sido hecho por algún plebeyo en vez de por tan borbónico tacto, la señora navegante del Besós habría hecho ostentación pública y extemporánea de la humillación que hoy reclama. Como no dijo nada cuando el director general de ERC, Lluís Salvadó, aconsejó nombrar de consellera d'Ensenyament "a una con las tetas gordas", de ahí la duda. Y que no nos dé por pensar que lo suyo es interesadamente oportunista.

La valentía de las mujeres acosadas denunciando casos muy denigrantes con grosera ostentación del machorro alfa, no halla nada favorable para su credibilidad en casos como el de la intencionada Rahola, cuya función no parece ser la de ayudar a la legítima causa feminista, sino seguir construyendo argumentos denigratorios contra todo lo español.

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