Todos abucheados

Macarena Olona se ha puesto a la altura de Felipe González, Manuel Fraga o Santiago Carrillo: todos abucheados

A la Universidad de Granada los políticos vienen a dar conferencias como venían los equipos de fútbol a Los Cármenes en la década de los setenta, cuando se juntaban en la defensa tipos tan duros como Aguirre Súarez, Montero Castillo o Fernández, aquel que le partió la pierna a Amancio y ni siquiera le pitaron falta. Bueno sí, se la pitaron, pero ni amonestación ni nada. Está en las hemerotecas aquella famosa frase de Asensi cuando le preguntaron qué sentía cuando venía a jugar a Granada. "Ir a jugar a Los Cármenes es como ir a la guerra", dijo. Y Amancio aseguraba que cada vez que venía a la ciudad de la Alhambra a jugar iba a darle abrazos a toda la familia en plan despedida.

El de la fotillo de arriba se acuerda del montón de veces que políticos de todos los signos políticos han sido abucheados, pitados e incluso golpeados antes de intervenir en una conferencia. Cuando les proponen Granada como lugar de exponer sus ideas políticas, se echan a temblar. En estos días los periódicos han recordado algunos casos de cuando Granada ha sido territorio hostil para los políticos. El lendakari independentista Ibarretxe le echó valor al venir a Granada a presentar su plan soberanista en la Facultad de Derecho, a escasos metros de donde están enterrados los responsables de la unidad de España: los Reyes Católicos. Le cayó la del pulpo e incluso uno de los exaltados intentó agredirle. A Manuel Fraga le cercaron en la Facultad de Ciencias Políticas un grupo de exaltados que le lanzaron insultos de toda clase. La conferencia pudo darse, pero en otro sitio. A Chaves le dieron una pitada tan sonora en Económicas que alguno que otro tuvo que pasar por el otorrino al día siguiente. En 1987 a Felipe González le practicaron un escrache en toda regla en las puertas del Rectorado y a Santiago Carrillo le gritaron en Derecho 'asesino, asesino' (por lo de Paracuellos). Lo que quiero decir es que si los organizadores que habían traído a Macarena Olona a intervenir en la Facultad de Derecho el otro día no se habían olido la tostá, es que tienen que pasar por un especialista por si han perdido el olfato. O es que son tan jóvenes que ni siquiera tienen memoria histórica. Estaba cantado. Otra cosa es que Macarena Olona viniera a Granada porque quiera dar a entender que no se ha ido de la política. Las comparaciones son odiosas, pero de esta manera se ha puesto a la altura de políticos como Felipe González, Manuel Fraga o Santiago Carrillo: todos abucheados.

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