Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

Y ahora, las radiales

Lo llaman Responsabilidad Patrimonial... la red con que algunos se lanzan sabiendo que siempre habrá agua

Dice el Génesis que en el principio creó Dios los cielos y la tierra y como colofón de la Creación, dio vida al hombre. Y el hombre empezó a comerciar vadeando ríos y atravesando valles y montañas hasta que llegaron los romanos y levantaron grandiosos puentes y extensas vías que llevaban hasta Roma productos venidos desde más allá de los confines del Imperio. Y el mundo vio nacer el Camino de Santiago, la Ruta de la Seda y el Corredor Español que cruzaban los heroicos Tercios de Flandes desde Milán hasta Bruselas.

La diferencia entre el Imperio Romano y el nuestro, en el que nunca se ponía el sol, es que aquel creció desde Roma, caput mundi, y este hizo a Madrid su capital por capricho de Felipe II e indicación de sus astrólogos. Y aunque nadie discuta que el origen del liberalismo está en la Escuela de Salamanca, nuestros gobernantes siempre han sido, más bien, keynesianos avant la lettre. Aquí, inventamos los estancos -de la sal y del tabaco -, el papel de pagos del estado, las pólizas y hasta la deuda pública titulizada cuando Carlos I emitió, a favor de los Fugger, Asientos que luego impagaría, para acceder al trono del Sacro Romano Imperio. Porque eso de que el estado pague tarde o mal no es de ahora. Después vino el marqués de Salamanca con su tren de la fresa; la Dictadura de Primo de Rivera con las Confederaciones Hidrográficas y Franco que, suponiendo cómo iba a quedar el país tras la guerra, puso en marcha, en enero de 1938, la Dirección General de Regiones Devastadas y se lanzó a hacer obras como si no hubiera un mañana.

Y es que España es muy de obra y de peón caminero. Haga o no falta. Se ve que lo llevamos en la masa de la sangre, igual que la protección del estado a según qué empresas y según que obras. Se le llama Responsabilidad Patrimonial de la Administración pero es un aval de los de toda la vida. O la red con la que algunos se lanzan a la piscina sabiendo que siempre habrá agua para ellos. Si hay beneficio, porque lo hay y si no, porque los rescatará el estado. O ser liberal en la bonanza y socialdemócrata en la crisis. Quizá por eso nadie discutió el último capricho capitalino que fueron las radiales, ahora quebradas y pronto rescatadas. Esas autopistas de peaje que vamos a pagar todos los españoles, vía impuestos, las usemos o no. Y luego hay políticos que apoyando esto, se proclaman liberales. España y sus gobernantes; la historia interminable.

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