Este funesto año 2020 que ya finaliza no sólo nos ha traído una terrible pandemia, sino que además nos ha traído otras muchas cosas nefastas, también para Granada, como, por ejemplo, el Plan Alhambra, por el que la Junta de Andalucía ha decidido gastarse la hucha de la Alhambra en otras cosas que nada tienen que ver con el monumento. Por lo pronto, ya nos hemos enterado que esos ahorros de 40 años se van a gastar en el cableado del Albaicín, la climatización de la Huerta de San Vicente, la reforma de la plaza Arquitecto García de Paredes, del Complejo Arqueológico Los Mondragones, del Huerto del Carlos, de la Casa Ágreda, del Lavadero de la Puerta del Sol, del Carmen de los Mártires, del Palacio de los Córdova, del Carmen del Negro, de la Fuente del Avellano o de la muralla zirí.

Actuaciones todas ellas muy loables, pero que nunca deberían realizarse a costa de la Alhambra. ¿Imaginan ustedes a la Junta gastándose la hucha de los Reales Alcázares de Sevilla en climatizar el Archivo de Indias o en iluminar el Castillo de San Jorge? Seguro que se gastaría -y se ha gastado ya- todo lo que pueda y más, pero con cargo a los presupuestos autonómicos, nunca con cargo a los ahorros de cuatro décadas de un monumento sin igual.

Pero, como Granada is different, aquí todo vale, porque los granadinos tenemos la fea costumbre de callarnos y de permitir los atropellos a los que nos tiene acostumbrados la Junta de Andalucía.

Sin embargo, el año 2021 no sólo va a ser un año de esperanza ante el final de esta pandemia que nos azota, sino también de esperanza para Granada, porque el Granadexit es cada vez más anhelado por los granadinos. Es simplemente cuestión de justicia histórica, social, política y administrativa que Granada salga de Andalucía para discurrir por su propio camino, el camino de la autonomía que nos devolverá la posición perdida, usurpada por Sevilla y su Junta, que nos ha causado tanta postergación y ostracismo.

El Granadexit que reivindicamos cada vez más granadinos nos traerá en un futuro no tan lejano una autonomía constitucional propia para Granada y su territorio, y el 2021 será un año propicio para que las consolidadas bases de ese mañana esperanzador se vinculen con nuestras instituciones a fin de que en 2022 las elecciones autonómicas nos traigan un panorama político ilusionante para el porvenir de nuestra tierra.

Y, como todo es empezar, este 2021 hará que trasciendan aún más los consolidados cimientos de ese mañana libre para Granada. Feliz año nuevo y feliz futuro Granadexit.