La Navidad ya sí que sí que está a la vuelta de la esquina. Este puente muchas familias empezarán a poner el Belén y los adornos, como manda la tradición, pero la mente estará puesta en qué vamos a hacer esta Navidad. ¿Podrán venir los primos de Zaragoza? ¿El perro cuenta? ¿Cómo vamos a justificar que queremos mucho a nuestros seres queridos cuando nos paren en el control camino de la cena familiar? De tanto lío con unas burbujas, se nos suben las burbujas a la cabeza. Al final pasará lo que siempre en el 2020, que saldrá el BOE y el BOJA (tanto monta, monta tanto) y se armará el Belén definitivo haciendo eliminatorias para ver con qué familia y amigos cenamos. Empezarán a rondar los memes, los vídeos y los chistes, aunque el asunto es doblemente serio. Por un lado, porque los ciudadanos quieren amortiguar este 2020 con aunque sea un reencuentro emotivo y, por otro, porque el virus no entiende de Navidad ni de villancicos ni zambombas y dice que "ande ande la marimonera" como se junte mucha gente. Por todo ello, conviene tener un intérprete de BOE y BOJA a su lado, hacerse un PCR y encomendarse a lo que haga falta esta Navidad.

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