La suerte, ésa a la que todo el mundo quiere tener de su lado para dar un giro en positivo a la vida. Ahora que pintan bastos en el horizonte, ser beneficiario de un sorteo millonario haría que se viera el porvenir con otros ojos. Como dice el castizo, el dinero no da la felicidad, pero ayuda mucho. Eso sí, para recibir un golpe de suerte hace falta comprar algunos boletos. Lo normal es que no toque, pero mientras llega el sorteo cada uno se fabrica su propio cuento de la lechera.
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