¿quién no recuerda La tormenta perfecta? Aquella película en la que George Clooney comandaba un grupo de aguerridos pescadores a punto de jugarse la vida por faenar en alta mar. De entre el 'tsunami' de efectos especiales reunidos en aquella superproducción, los cielos encapotados se quedaron en la retina de muchos por cuanto anticipaban. Y así mismo lucía ayer el de Granada, con una bóveda azul rodeada de un amenazante manto grisáceo. Una imagen que, combinada con la torre del Parque de las Ciencias, que se asemeja a un buque, es casi premonitoria de los cambios políticos que acontecen.

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