Mirada alrededor

Juan José Ruiz Molinero

jjruizmolinero@gmail.com

La bien pagá

Es repugnante utilizar los testimonios de una amante despachada para desprestigiar instituciones básicas

Los detractores de la monarquía parlamentaria, cimentada en una Constitución refrendada por abrumadora mayoría por los españoles, tras la muerte del dictador, con objeto de recuperar las libertades incautadas por el régimen, han visto en la señora Corinna zu Sayn-Wittgenstein una aliada perfecta. Le otorgan a esta vividora que se considera ex amante preferente de Juan Carlos I un crédito que ética y políticamente no merece. No me referiría a esta dama si fuese un personaje más de la prensa basura o del corazón, contando sus intimidades. Pero sí resulta repugnante utilizar los testimonios de una amante despechada -por cierto, muy bien pagada, según admite, con los 75 millones de dólares que le regaló el rey- para desprestigiar instituciones básicas. La tal Corinna sale, no ya en la prensa rosa o en los espacios basura, sino en los telediarios oficiales y oficiosos de todas las cadenas, dándole categoría a sus testimonios, en la línea marcada por el sector más retrógrado del Gobierno, los que desean regresar a los prolegómenos más negros de nuestra historia, previos a la dictadura, con una 'Republiqueta plurinacional', para repartir el territorio a cambio de votos en un Parlamento con importante fuerzas independentistas, en las que Sánchez se apoya para subsistir políticamente.

Porque una cosa es investigar judicialmente si el anterior Jefe de Estado cometió delitos punibles -aparte de sus reconocidos escarceos amorosos, siguiendo vieja costumbre de las realezas y mandatarios de todos los tiempos-, porque según dijo él mismo, todos los españoles somos iguales ante la ley, y otra utilizar los delirios de la 'bien pagá' para basar los argumentos contra el sistema que rige un Estado de Derecho, incluyendo al actual Jefe del Estado Felipe VI, objeto de los ataques de miembros del Gobierno de coalición, como señalaba la pasada semana, con el beneplácito del presidente, obsesionado con mantener el poder por oneroso que sea el precio a pagar. De su 'Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia' (¡!) -ridículamente presentado en un show publicitario, con piano tocando el Himno de la alegría- saldrán los 800.000 empleos que ya prometió González y que los críticos de entonces se preguntaron si eran ochocientos o mil. Tendremos tiempo de hablar de su plan de 'Resiliencia' para esos dos millones y medio de trabajadores que están en la miseria, según informa Cáritas, muchos de los cuales acuden a recibir alimentos en lugares de beneficencia.

Seamos un poco serios y no metamos en un mismo saco escenas de alcoba, vergonzosos enriquecimientos ilegales, infidelidades, amantes despechadas, con la dignidad de instituciones. En estos dramáticos momentos la palabra de una 'bien pagá' no merece más que una copla

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