Mientras el PSOE se centra en sus primarias y Susana Díaz ha puesto en marcha su particular tic-tac, estando ya a un paso de presentar su candidatura -según vimos en el mitin municipalista del sábado-, y el cónclave popular se ha desarrollado sin grandes sorpresas, con la imposición del marianismo sin fisuras, el esperado choque de trenes de Vistalegre II ha finalizado con la indiscutible victoria de Pablo Iglesias y la derrota de Errejón, aunque con un Congreso Ciudadano dividido -37 pablistas, 23 errejonistas y 2 anticapitalistas-, en el que se ha colado hasta el humorista-errejonista Pepe Viyuela.

Y aun sabiendo que nadie tenemos una bola de cristal que nos adelante el futuro próximo de los partidos cuyas luchas fratricidas nos están dando el otoño, el invierno y seguro que también la primavera, podríamos aventurarnos en el arte de la adivinación en cuanto a las convulsiones socialistas y podemitas.

Los augurios del PSOE están cantados y pasan por una campaña muy entretenida para los analistas políticos y bastante más sufrida para la militancia, cuadros medios y barones, y no sólo por la presencia de los tres candidatos declarados o cuasi declarados, Patxi, Sánchez y Díaz, sino por el acérrimo enfrentamiento que ya están planeando los sanchistas contra Susana, con estrategias dignas del mismísimo Rasputín. El caso es ganar a toda costa, y el ánimo de venganza de Pedro Sánchez se palpa ya en el ambiente. Por su parte, aunque la artista principal del culebrón socialista no aparezca todavía en los créditos, ello se debe únicamente a una estrategia "comercial", ya que muchos afirman que ganará, pero no por mucho más del 50%, y el caso es ganar tiempo y apoyos mientras se queman los otros… El problema es que los socialistas piensan que su crisis interna se zanjará con un liderato fuerte, para lo cual la potente maquinaria del partido funcionará en pro de Díaz. Pero su convulsión es ideológica y mientras no encuentren su norte, más escorado hacia al centro izquierda, a la socialdemocracia, o hacia un socialismo más radical, no volverán a ser lo que fueron en el pasado. Aunque opine que su camino debe ir por la senda de la moderación, deben ser ellos mismos quien decidan su futuro de manera coherente y consensuada entre las distintas corrientes internas, sin las escandalosas fracturas de las que hasta ahora hemos sido testigos.

Así como la bola de cristal socialista vaticina un PSOE más conservador con Susana Díaz al frente -que ya ha manifestado sus ganas, fuerza e ilusión para empujar al PSOE-, aunque con un futuro complejo y lleno de rencores y enfrentamientos personales, la aplastante victoria de Iglesias sobre el proyecto de Errejón, junto con el hecho de que Echenique se haya consagrado como nuevo número dos de Podemos, augura la puesta en marcha de la apisonadora podemita bajo el cínico mensaje de unidad y humildad, por lo que la guillotina está servida y en las próximas semanas veremos rodar muchas de las cabezas errejonistas de primera línea. Aunque no creo que el enfrentamiento cese…Y mientras esto sucede, los ciudadanos queremos una bola de cristal que augure mayor prosperidad y bienestar social, más trabajo, menos paro, menos impuestos, recibos de luz, agua, IBI, etc., más justos, en fin, mayor clarividencia en nuestros gobernantes para con quienes les votan, y menos líos internos…

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios