Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

La censura inmortal

Entonces lo llamaban moral y hoy feminismo, pero solo es censura. Tanta corrección política mata la libertad

Fue en 1967 cuando Chicho Ibañez Serrador rodó Historia de la Frivolidad. Ya había alcanzado gran reconocimiento con su exitosa Historias para no dormir. Así que el Director General de TVE le encargó un programa que contribuyera a mejorar la imagen de la España franquista en el exterior, mostrando un país que avanzaba hacia la modernidad. Se puso manos a la obra y escribió, con Jaime de Armiñan, varias historias cortas protagonizadas por Irene Gutiérrez Caba en el papel de presidenta de la Liga Femenina contra la Frivolidad, azote de lascivas y sicalípticas, creadora de la hoja de parra y persecutora implacable de cualquier erotismo. Vergüenza inadmisible para puritanos, decentes y biempensantes. La escena en la que la despampanante Irán Eory acaba en la hoguera tras realizar un inocente estriptis en el que se desprende pícaramente de su armadura en un mesón medieval, es historia de la televisión. Ver a José Luis Coll interpretando a Julieta o a la tripulación colombina gritar: ¡Ahí están las indias! ¡Qué barbaridad!, provocó un síncope al censor, que se opuso a su emisión. Como no se podía participar en ningún festival con un programa no emitido, TVE lo hizo sin publicidad y al filo de la medianoche de un jueves invernal. Es la producción más premiada de nuestra historia televisiva. Ganó la Ninfa de Oro de Montecarlo, la Rosa de Oro de Montreux y la Targa d'Argento de Milán.

Pero eso eran cosas del franquismo, censurador, machista y liberticida. Las damas de la Liga cantaban en su himno: Somos puritanas. Usamos tijeras, usamos tinteros. Cortamos, rompemos, echamos borrones, bajamos las faldas, subimos escotes. Ahora ya no pasa. Tenemos Ministerio de Igualdad. Ahora, FACUA pide que se retiren disfraces de carnaval porque cosifican a la mujer o son inapropiados para niños. Los sindicalistas del SATSE exigen que no se vendan los de enfermera sexy y asociaciones de bomberos y policías claman contra el uso voluptuoso de su uniforme. Hasta leo que una asociación de familiares de enfermos mentales se quejó porque hay quien se disfraza de loco. Entonces lo llamaban moral y hoy feminismo. Pero solo es censura. Tanta corrección política mata la libertad. Y sin libertad no somos nada. Si acaban con el tradicional refugio del Carnaval, nos va a quedar una sociedad de lo más franquista y recatada. Y el año que viene celebraremos las Fiestas Típicas Gaditanas o las Fiestas de Invierno.

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