Álvaro Calleja

De chinitos y chinitas

Un equipo enrachado, el Granada 74, recibe a los 'pollos sin cabeza' de la Real. Señores del PP, seamos realistas

Dos acontecimientos acapararán la atención informativa el próximo domingo: la misa del arzobispo condenado y el partido en Motril entre un Granada 74 enrachado y una Real Sociedad en crisis, el equipo de mi tierra y el que más simpatías me despierta. Los últimos partidos de la Real no me hacen albergar demasiadas esperanzas. Ni goles ni juego ni nada que se parezca a fútbol. Parafraseando a John Benjamin Tosach, "juegan como pollos sin cabeza". Sólo queda lugar para la nostalgia: el gol de Zamora en el Molinón que nos valió la primera Liga, la victoria en el último partido al año siguiente con el Atlhetic que nos sirvió para ganar la segunda, el repaso al Atlético en la final de Copa años después, las medias blancas de Arconada... Llegan rumores de que los chinitos podrían entrar en el accionariado de la Real y hacerse con el control del club. Mientras no traigan la fiebre amarilla no me parece mal, siempre y cuando los nuevos accionistas se ocupen más del equipo que de sus intereses personales.

Si los de mi pueblo, la cooperativa Mondragón (MCC), entraron a saco en China para fabricar y vender lavadoras, ¿por qué no van a venir los chinos? Quizá sustituyendo el incentivo de la merluza fresca, que reciben los goleadores en Anoeta, por una ración de bambú nos iría igual de bien que a los ositos panda apadrinados por la Reina Sofía.

Pero para chinitas, las del alcalde con el Granada 74. Mi simpatía hacia el 74 comienza cuando Torres Hurtado cierra las puertas de Los Cármenes a Marsá. Prefiero el estilo extravagante de Marsá en la defensa de los intereses de su club que los insultos de Sanz hijo hacia mis compañeros en los foros de internet. Me dicen que en el último desayuno informativo, el alcalde eludió las preguntas sobre el 74. ¡Qué poca cintura! Otra cosa que no entiendo, no hay ayudas para vuelos pero sí para el Granada CF. ¿Cortedad de miras, Sr. Torrente? [No me refiero al personaje de Santiago Segura, sino al diputado del PP y amigo del alcalde]. Señores del PP, sé que ustedes serán realistas aunque sea por un día.

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