La ciencia avanza

Tenemos base para que el avance de la ciencia sea algo que podamos protagonizar liderando avances futuros

Esta semana se ha conocido una noticia de enorme impacto que se refiere a un avance científico que permite conocer genéticamente las metástasis de diversos tipos de cáncer.

El análisis genómico de más de 2.500 pacientes oncológicos ha permitido descubrir marcadores genéticos que van a poder aportar mejoras en el tratamiento que aventuran la posibilidad cierta de conseguir curaciones definitivas.

Ya es una evidencia que gracias a los avances de la investigación en medicina, el cáncer ya no es sinónimo de muerte y más del 50% de todos los tumores que se diagnostican cada año es curable. Es muy probable que el porcentaje aumente en los próximos años.

Pocos días antes, noticias relativas a avances en la Investigación con telómeros (pequeñas estructuras que albergan los cromosomas) anunciaban la posibilidad de llegar a alcanzar en pocos años una esperanza de vida de hasta 130 años. Si a esto le sumamos la investigación con quimeras en animales para desarrollar órganos humanos a partir de células madre, se pueden hacer una idea del panorama de avances que caracteriza a la investigación biomédica y del importante impacto potencial en la salud y la esperanza de vida.

A pesar de que es probable que algunas de estas expectativas no lleguen a alcanzar con toda plenitud los pronósticos que se nos trasladan, lo que es cierto es que año tras año vamos disponiendo de avances médicos que tienen impacto real en la salud.

La ciencia avanza y debe hacerlo con especial cuidado y control desde el punto de vista ético para no traspasar los límites que establecen las leyes y los valores de la sociedad. Muchos de los avances que se anuncian requieren un esfuerzo especial en este sentido.

Pero también es cierto que conviene intensificar los esfuerzos de inversión pública en materia de investigación y desarrollo porque se hace necesario contribuir al cambio de nuestro modelo productivo aprovechado el potencial que nos ofrece nuestra universidad, nuestros sistema sanitario y nuestros profesionales.

Tenemos base suficiente para que el avance de la ciencia sea algo que nosotros podamos protagonizar liderando avances futuros. Es cuestión de apostar en serio.

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