Crónica Personal

Las cosas difíciles

Está tomando iniciativas polémicas que no siempre se comprenden, porque es difícil asumir el apoyo a un Gobierno tan desprestigiado

Sentido de Estado es hacer cosas difíciles", explica Inés Arrimadas apenas dos horas después de que Pedro Sánchez, en la sesión de control al Gobierno, la acusara de tener "un discurso hueco" .

La líder de Ciudadanos no se achanta ni siquiera cuando el presidente de Gobierno le dedica frases hirientes. Se siente absolutamente cargada de razón en su estrategia de romper el discurso de Sánchez en el que justifica echarse en brazos de Bildu y ERC con el argumento de que es indispensable para España tener unos Presupuestos aprobados. La eterna mano tendida de Arrimadas echa abajo ese entreguismo del Gobierno a un partido independentista que se mueve fuera de la órbita constitucional, y otro partido que es heredero de la banda terrorista que ensombreció este país durante cuarenta años: con los votos de Ciudadanos, que Arrimadas ofrece, los Presupuestos estarían aprobados sin necesidad de recurrir a partidos que para multitud de españoles son indeseables.

No hace mucho Arrimadas estuvo charlando con un socialista de larga trayectoria que le dijo que de su paso por el primer plano de la política se llevaba una satisfacción: haber frenado iniciativas que le parecían una locura. Inés, parafraseando a ese socialista, afirma que con su posición negociadora "hemos frenado muchas locuras podemitas". No sabe si finalmente apoyará o no los PGE, tanto Pablo Iglesias como Rufián están empeñados en conseguir que Ciudadanos quede fuera de juego, pero Arrimadas tiene claro que mantendrá su política de mano tendida. Está convencida de que el partido la apoya totalmente, "aunque no todo el mundo tiene la misma capacidad de aguantar". Esa convicción que transmite Arrimadas de que los interlocutores de Cs no se pueden levantar de la mesa negociadora, impide las tensiones internas e incluso las deserciones que apuntan algunos medios de comunicación y que ella desmiente.

Arrimadas está tomando iniciativas polémicas que no siempre se comprenden, porque es difícil asumir el apoyo a un Gobierno tan desprestigiado como el de Sánchez, que acumula decisiones que obligan a llevarse las manos a la cabeza; la última, el acuerdo con Bildu que incluso ha soliviantado los ánimos de destacados miembros del PSOE.

No pierde la esperanza de que mejore mínimamente la situación: hay gente dentro del gobierno que de momento calla pero que, como Arrimadas a desde fuera, no comparte las locuras de Pablo Iglesias y de su gente y a lo mejor algún día consiguen que el presidente comprenda que la deriva actual sólo conduce al desastre. Económico, social … y electoral.

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