¿las cuestas se llaman cuestas por qué cuestan? Esta pregunta, que nos hemos hecho todos alguna vez, cobra más sentido que nunca estos días. Quizás todos y cada uno nos enfrentemos estos días a la cuesta de nuestras vidas porque en este 2020 la cuesta no ha sido sólo en enero, sino que llegó en enero en forma de un bicho con trompetas. Nada comparable a este hombre subiendo la cuesta por donde arranca el camino de la Fuente del Avellano, un lugar mágico que llevó a Ganivet a fundar una cofradía en torno a este paraje. Hoy no se puede transitar, esperamos que acabe pronto esta cuesta para que sí se pueda.

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