Quousque tamdem

Luis Chacón

luisgchaconmartin@gmail.com

El deber regio

A España no se la honra incumpliendo la norma fundamental que los españoles se dieron

Creer saber qué piensa otro es una colosal muestra de soberbia y petulancia. Sin embargo, proliferan en estos días quienes se jactan, no ya de intuir, sino de conocer la posición personal del Rey ante los posibles indultos a los condenados en el conocido como "juicio del procés". Y es claro que la opinión real coincide plenamente con la suya. Porque, ¿cómo va a pensar el Rey otra cosa? La estulticia es atrevida y no solo se jacta de ello, sino que ansía gritarlo a los cuatro vientos. Además de estos autoproclamados, no sé si confidentes regios, una legión de constitucionalistas nacidos de esa ubérrima alma mater que son las redes sociales especulan con extrañas maniobras de más que dudosa constitucionalidad, para que quien está obligado por la Carta Magna a estampar su firma en el Decreto en cuestión, no lo haga. Y unos y otros, se vanaglorian que son ellos, y sólo ellos, quienes defienden la Patria, la Constitución y la Corona.

Pero a España no se la honra incumpliendo la norma fundamental que los españoles se dieron, a la Constitución no se la defiende vulnerándola y al Rey no se le respeta pidiéndole que quiebre el juramento solemne que prestó como Príncipe de Asturias y confirmó en el día de su proclamación ante las Cortes Generales. Como escribió Churchill, un hombre hace lo que debe, a pesar de las consecuencias personales, a pesar de los obstáculos, peligros y presiones, y esa es la base de la moral humana. El deber de don Felipe, pues así lo exige la Constitución, es firmar esos indultos el día en el que el Gobierno de la Nación los apruebe.

De salvapatrias y patrioteros están llenas las páginas de nuestra historia. Bien que lo recordó siempre Alfonso XIII cuya caída empezó el día en el que incumplió la Constitución y asumió el golpe de Primo de Rivera. Porque el estado de derecho sólo admite el respeto a la ley que guste o no, y a todos hay muchas que nos disgustan, no tiene más camino que su cumplimiento. Flaco favor se haría a sí mismo y haría a España el Rey, si se arrogara prerrogativas propias de un monarca absoluto, obviando que es la democracia y con ella, la preminencia del estado de derecho, el sistema político que rige España. Y es ese mismo sistema legal el que permitirá recurrir el indulto sin erosionar la democracia pidiendo mezquinamente al Rey que incumpla sus obligaciones constitucionales. No olvidemos que el precio de la grandeza es la responsabilidad.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios