La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

El defecto Murcia

El defecto Murcia ha evidenciado quién está en la política de las cosas y quiénes solo en las cosas de la política

El rasputín de Moncloa ha perdido tino. Viene ocupando su tiempo en provocar acciones que amplíen la polarización electoral, confundan la buena voluntad del votante y dispongan lo suficiente para que el dibujo de la política se parezca lo máximo posible al deseo de Sánchez, su mejor cliente. Pero últimamente los tiros le salen por la culata.

Su trabajo es proponer a Su Sanchidad guiones de la House of Cards hispana. Colocar la diana en el foso de tiro, con la foto del PP de Pablo Casado como objetivo de su mirilla, y cargar el kalashnikov del neosocialismo sanchista con las balas de la falta de escrúpulos que le da el poder desde Moncloa. No hay suficientes vacunas, el paro galopa y corta el viento, empresas en quiebra, la deuda se desboca… ¿Qué les importa eso pudiendo despistarnos maniobrando contra el PP de Casado? Ora con la ingenua muleta de Inés, ora con el viperino halo de independentistas, ora con indisimulada provocación a Vox... Debe ser agotador y estresante vivir pergeñando estrategias de políticos de serie B, diseñando actos y programando performances a lo malasombra efervescente de su diabólico plan. Esa manía suya de aparentar ser socialdemócratas pero desde el socialismo de manual. Con ese autoritarismo a instaurar por fases, a costa de nuestra libertad.

El efecto Illa en Cataluña, ese hallazgo intelectual que ha llevado al PSC a liderar la oposición, de nuevo, ha derivado hacia el defecto Murcia, el que deja patentes las verdades que antes solo eran fundadas sospechas. Y fruto de esa su soberbia, llaman tránsfugas, no a los diputados que se auto enmiendan con una moción de censura hacia el mismo gobierno del que forman parte, sino a quienes deciden continuar con el pacto firmado hace dos años.

Ahí está Ábalos, asombrando con el desahogo que gasta en tan vergonzoso empeño sin que se le mueva un pelo de la ceja izquierda. Ni de la derecha tampoco. El nuevo Tamayo es él, regodeándose y abusando de la ingenuidad enlatada de la torpe Inés, cambiando los cubiletes de dado con la agilidad que requiere su trile. Llamando a rebato contra quienes tienen el defecto facha de no creerse ni su repetida música, ni su funesta letra.

El defecto Murcia ha evidenciado que Ciudadanos es más bizcochable que fiable. También quién está en la política de las cosas, y quiénes solo en las cosas de la política. Políticos que se toman las instituciones en serio y quienes prefieren su asalto a mayor gloria de su prescindible vanidad.

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