EL testimonio hace unos días de un celador de un centro de salud agredido por un usuario me dejó sin palabras. He de reconocer que sólo me atreví a animarlo a denunciar a su agresor, que lo ha amenazado e insultado ya dos veces en una misma semana y no sólo en su lugar de trabajo sino también en la calle, en la cafetería a la hora del desayuno, por lo que no le libra nada de otra posible situación similar. El protagonista, decidido por la mañana a denunciar ante la Policía animado por sus compañeros y las propias autoridades sanitarias, finalmente no lo hizo por consejo policial. Sí, como suena. Le dijeron que aunque ya había ocurrido dos veces pues que como era agresión verbal que esperara y si ocurría otra vez, la tercera, pues que ya sí denunciase. Increíble pero cierto. Con los tiempos que corren... Un poco de colaboración .