Lo de matar al mensajero es algo más que habitual. Y con esa carga trabaja todos los días el mensajero. No menos frecuente es tener que lidiar con el sí pero no y el no pero sí. Es cuando el que sale en los papeles, o más que papeles, trata de negar la mayor. A partir de ahí aparecen las exigencias de "contrastrar y corroborar", dando por hecho que lo plasmado no está verificado. A renglón seguido se pasa a escuchar la catalogación de manipulación o de falsedad. Claro, siempre sobre la base de que quien reclama afirma estar en posesión de la verdad. Eso sí, se olvida de que el de enfrente ha manejado más fuentes de las que alguno se piensa. Pero lo mejor de este mundo en el que se mata al mensajero, es que el del gatillo fácil se olvida de ver y de leer y se guía por lo que unos y otros le dicen y venden comiéndole la oreja. Y entonces se exige una rectificación por no contar la versión de su parte de algo que ya ha salido publicado en su boca. Pues eso, que antes de disparar al mensajero hay que leer si está permitido desenfundar... Noticia es todo lo que alguien pretende ocultar. Y discotecas, muchas.

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