La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El díalogo es cosa de dos

Mientras desde la Generalitat le dicen lo que quieren, el Gobierno ofrece diálogo y reforma de la Constitución

No puede decirse que se va a restablecer el diálogo cuando es el otro quien lo ha roto dando un golpe de Estado que ha desatado la más grave crisis de nuestra democracia y no manifiesta ninguna voluntad de rectificar. No puede decirse que se va a restablecer el diálogo cuando el presidente Torra tomó posesión discurseando sobre la república independiente catalana, homenajeando a los golpistas fugados o encarcelados y poniendo un lazo amarillo y una pancarta independentista en la fachada de la Generalitat. No puede decirse que se va a restablecer el diálogo cuando Artadi dice que el lazo amarillo y la pancarta en la fachada de la Generalitat son símbolos "a favor de la democracia, libertad y derechos de la ciudadanía" y que Torra le planteará a Sánchez "qué piensa sobre represión que hay en Catalunya, la regresión democrática, un Gobierno español que torpedea sistemáticamente el Parlament de Catalunya, los acuerdos internacionales que tiene firmados España que reconocen la autodeterminación de los pueblos y la voluntad de millones de catalanes que no quieren seguir siendo españoles". Rematando: "Nosotros somos muy claros con lo que queremos. Lo hemos dicho siempre". No puede decirse que se va a restablecer el diálogo cuando el presidente Torra le dice por escrito a Arrimadas, después que esta se negara a acudir a la Generalitat mientras en su fachada estuvieran el lazo y la pancarta, este monumental disparate: "La democracia no es tan solo el respeto de la ley, sino sobre todo que las leyes sean respetuosas con la voluntad de la ciudadanía".

Es evidente que el nuevo Gobierno quiere dejar mal al anterior -pese a que en esta cuestión todo lo consensuaron- y ganar tiempo dando carrete y ofreciendo una imagen dialogante que tal vez oculte cosas más graves. Porque mientras se desbloquea demasiado pronto el control sobre el presupuesto y se hace esta propuesta de diálogo que ignora que este requiere voluntad dialogante en las dos partes, Batet declara que vivimos una crisis del pacto territorial de 1978 y una crisis democrática que hace "urgente, viable y deseable" reformar la Constitución para definir un nuevo modelo territorial "no para dividir, sino para solucionar la situación actual". Lo preocupante es que ella, usted y yo sabemos que esto no es posible en el actual escenario parlamentario y, sobre todo, que no satisfaría a los independentistas. Entonces, ¿por qué lo dice?

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