El coronavirus cambió nuestro día a día y detalles cotidianos como ponerse la mascarilla antes de salir a la calle se realizan de forma automática. Y con el enjambre sísmico han cambiado nuestros hábitos en las redes sociales. Al común de los mortales, IGN le sonaba sólo a un banco hasta hace apenas unos días, pero ahora se ha incorporado a nuestra rutina echarle un vistazo al Twitter del Instituto Geográfico para comprobar la magnitud del último temblor de tierra. De hecho, asombra que al minuto de sentirse un seísmo ya hay docenas de comentarios en el Twitter del IGN, tan rápidos que parecen escritos mientras tiembla la tierra. A lo que no nos podemos acostumbrar es a leer a diario en el parte de la Junta cómo sube la presión en los hospitales granadinos por el Covid-19, lo que de momento ya ha obligado a abrir como UCI la capilla del Virgen de las Nieves y estrenar la cafetería del San Cecilio para liberar camas. Los granadinos vivimos una doble preocupación estos días y un nivel de ansiedad que es difícilmente soportable, aunque la capacidad de aguante del ser humano no tiene límites.